A la hora en que los espacios naturales se están volviendo escasos en entornos urbanos, la educación sobre la biodiversidad se convierte en un desafío esencial para reconectar a los ciudadanos, y en particular a los más jóvenes, con la vida. Sociólogos han demostrado recientemente que palabras relacionadas con la naturaleza, como helecho o cuervo, están desapareciendo de los diccionarios para niños, reemplazadas por términos tecnológicos como Wi-Fi o redes sociales (1,2). Esto refleja una desconexión creciente de los jóvenes con su entorno natural.
Entrevista realizada por: Justine Viros – Científica especialista en la transición ambiental, del bosque mediterráneo y de las interacciones químicas bosque – atmósfera en el contexto del cambio climático.
Como señala Magali Deschamps Cottin, esta desconexión creciente tiene consecuencias directas: ¿cómo proteger lo que no se conoce? En Marsella, la atención se ha centrado durante mucho tiempo en los espacios naturales periféricos, como las Calanques o el interior mediterráneo. Pero la ciudad misma alberga una biodiversidad insospechada.
Marseille: un ejemplo mediterráneo de biodiversidad urbana
Hasta 2008, la biodiversidad urbana de Marsella había sido poco estudiada. Magali Deschamps Cottin y su doctoranda entre 2008 y 2011 (Marie-Hélène Lizée) emprendieron un censo de mariposas diurnas en los espacios verdes urbanos, revelando una diversidad sorprendente, incluso en pleno centro de la ciudad. Desde el Jardín de los Vestigios, cerca del Vieux-Port, hasta el parque Longchamp, es posible observar mariposas, prueba de que algunas especies logran sobrevivir a pesar de la urbanización. (3)
Sin embargo, los estudios muestran una pérdida progresiva de las especies de mariposas mediterráneas, reemplazadas por especies generalistas mejor adaptadas a las transformaciones del paisaje urbano y a las especies vegetales disponibles. Esta evolución subraya la urgencia de repensar la planificación de los espacios verdes para mantener y restaurar la diversidad de las especies locales. La preservación de espacios de terrenos baldíos o jardines naturales contribuye a mantener un ecosistema mediterráneo dentro de las ciudades y, por lo tanto, a permitir el desarrollo de la fauna asociada.
Más allá del caso específico de las mariposas, el desafío es más amplio: ¿cómo adaptar nuestras ciudades a los desafíos ambientales mientras se fomenta el vínculo entre los habitantes y la naturaleza? Magali Deschamps Cottin identifica tres palancas principales: 1) vegetalizar los espacios urbanos priorizando especies locales y reduciendo la impermeabilización de los suelos, 2) preservar los hábitats naturales dejando zonas de naturaleza espontánea y limitando la artificialización de los suelos, 3) formar y sensibilizar a los ciudadanos y a los tomadores de decisiones para involucrarlos en la gestión de su entorno.
El parque Urbano de las Mariposas, un espacio urbano dedicado a la biodiversidad, a la educación y a la investigación
Es en esta perspectiva que el parque Urbano de las Mariposas nació en el 14º distrito de Marsella, en la Bastide Montgolfier. Este proyecto, surgido de las investigaciones en ecología urbana realizadas por el Laboratorio Población-Ambiente-Desarrollo (LPED), busca conciliar la preservación de la biodiversidad, la educación y la formación (4).
Este espacio único en su género no se limita a ser un simple refugio para la fauna y la flora. Constituye un verdadero terreno de estudio para investigadores, estudiantes y profesionales de la gestión de espacios verdes. Actualmente cerrado al público (excepto en eventos puntuales), alberga un lugar de formación para diferentes públicos, incluidos los agentes municipales, con el objetivo de difundir prácticas de gestión que favorezcan la biodiversidad en la ciudad. Después de sus primeras doce años de existencia, la presencia del parque ya había demostrado su valía. De hecho, el equipo de Magali Deschamps Cottin pudo observar el aumento de las especies de mariposas que frecuentaban el sitio, pasando de 17 especies en 2010 a 34 especies en 2020. (5)
Un modelo reproducible para otras ciudades
La ambición del proyecto no se detiene en Marsella. Gracias a la Asociación del Parque Urbano de las Mariposas, la iniciativa se estructura en torno a una carta que garantiza el respeto a una dinámica científica y pedagógica. Proyectos similares ya están en marcha en Burdeos y podrían pronto surgir en Angers o Lille.
Los parques urbanos no son solo refugios para la biodiversidad, sino que también constituyen herramientas de sensibilización y palancas para la transición ecológica. "Deseamos organizar formaciones para los elegidos con el fin de integrar mejor la biodiversidad en la planificación urbana", explica Magali Deschamps Cottin. Porque si los urbanistas y paisajistas están hoy más sensibilizados a los desafíos ecológicos, la implicación de los tomadores de decisiones sigue siendo esencial para hacer evolucionar las prácticas.
Este enfoque pone de relieve un principio esencial: integrar la biodiversidad en la ciudad no debe limitarse a plantar algunos árboles o instalar cajas nido. Se trata, ante todo, de crear espacios donde ciudadanos, investigadores y gestores puedan colaborar para comprender y proteger la vida.
De hecho, frente a las reticencias de algunas colectividades a vegetalizar el espacio público –por miedo a los insectos o por falta de conocimientos–, la educación juega un papel clave. Como recuerda la investigadora, "aprender desde la más temprana edad a conocer la naturaleza y su funcionamiento permitiría respetarla, conservarla mejor y evitar muchos problemas".
A diferencia del enfoque que destaca especies emblemáticas, Magali Deschamps Cottin insiste en la importancia de la biodiversidad denominada "ordinaria", aquella que compone nuestro día a día. Sensibilizar a los ciudadanos sobre la riqueza ecológica de su entorno inmediato es un desafío clave.
Por ejemplo, el Pacha de dos colas, una mariposa mediterránea que depende del madroño para el desarrollo de su oruga, ha sido elegida como especie mediterránea emblemática del parque Urbano de las Mariposas, para ilustrar la importancia de la vegetación para todos los estadios de desarrollo en la ciudad. De hecho, aunque a menudo se aborda la relación del adulto con las plantas nectaríferas, rara vez se menciona el papel de las plantas hospedadoras y su importancia para los estadios de oruga que condicionan la presencia efectiva y el desarrollo in situ de las especies. ¡Sin madroño, no hay reproducción de Pacha!
Observar una mariposa así en la ciudad permite crear un vínculo tangible entre los habitantes y su entorno natural, y así fomentar una toma de conciencia.
Iniciativas como el parque Urbano de las Mariposas demuestran que la biodiversidad en la ciudad no debe ser percibida como un obstáculo, sino como una oportunidad. A menudo, esto pasa por la necesidad de repensar las ciudades: una ciudad más verde con paletas vegetales diversificadas, más resiliente y más pedagógica es posible, siempre que se integre plenamente la vida. (6)
Biografías

Magali Deschamps Cottin – Profesora investigadora en el LPED (Laboratorio Poblaciones, Medio Ambiente, Desarrollo). Ecóloga, entomóloga de formación, especializada en ecología urbana, se interesa por la dinámica de las comunidades animales en los ecosistemas antropizados mediante el estudio de los mecanismos de su mantenimiento o colonización en relación con los modos de gestión y de naturalidad de estos espacios. Sus investigaciones se llevan a cabo mayoritariamente en interdisciplinariedad con sociólogos, geógrafos y urbanistas en colaboración con gestores de espacios urbanizados. Ella fue la iniciadora de la creación del proyecto del Parque Urbano de las Mariposas.

Justine Viros – Científica especialista en la transición ambiental, del bosque mediterráneo y de las interacciones químicas bosque – atmósfera en el contexto del cambio climático. Actualmente ocupa un puesto de ingeniera de investigación en la misión Interdisciplinariedad(s) de Aix-Marseille Université, donde es responsable de desarrollo para la asociación Neede Méditerranée. Ha participado en la redacción de la candidatura de Aix-Marseille Université en colaboración con Neede para la creación de una cátedra UNESCO titulada "Educación para la transición ambiental en el Mediterráneo".
Fuentes
(1)Luthin, Margaret C., "Loss for Words: An Investigation of the English Nature Vocabulary" (2020). Undergraduate Theses, Professional Papers, and Capstone Artifacts. 294.
https://scholarworks.umt.edu/utpp/29
(2) Craps, S. (2024). Lost Words and Lost Worlds: Combatting Environmental Generational Amnesia. Memory Studies Review, 1(1), 36-55. https://doi.org/10.1163/29498902-20240001
(3) Marie-Helene Lizee, Rémy Bonardo, Jean-François Mauffrey, Thierry Tatoni, Magali Deschamps-Cottin. Relative importance of habitat and landscape scales on butterfly communities of urbanizing areas. Comptes Rendus Biologies, 2011. ⟨hal-02109128⟩
(4) Deschamps-Cottin, M., Vila, B., & Robles, C. (2019). Le parc urbain des papillons: un dispositif collaboratif de recherche, formation et diffusion des connaissances sur la biodiversité urbaine. Éducation relative à l'environnement. Regards-Recherches-Réflexions, 15(1).
(5) Deschamps-Cottin M, Jacek G, Seguinel L, Le Champion C, Robles C, Ternisien M, Duque C, Vila B. A 12-Year Experimental Design to Test the Recovery of Butterfly Biodiversity in an Urban Ecosystem: Lessons from the Parc Urbain des Papillons. Insects. 2023; 14(10):780. https://doi.org/10.3390/insects14100780
(6) Urban, M.C., Alberti, M., De Meester, L. et al. Interactions between climate change and urbanization will shape the future of biodiversity. Nat. Clim. Chang. 14, 436–447 (2024). https://doi.org/10.1038/s41558-024-01996-2