En el plano diplomático, con más de 120 países representados, la cumbre mundial de la ONU para el océano (UNOC 3) que se celebró en Niza a principios de junio de 2025 fue un éxito. Entre los compromisos concretos, 95 países firmaron la Declaración de Niza para un tratado ambicioso contra la contaminación plástica. Se lanzó una red de puertos verdes para descarbonizar el sector marítimo. Se anunciaron grandes proyectos de interconexiones energéticas y digitales, incluyendo Medusa/GEANT y el corredor India-Medio Oriente-Europa. Para las delegaciones mediterráneas, esta cumbre fue sobre todo una oportunidad para recordar la urgencia climática y las iniciativas locales concretas.
Por Olivier Martocq

La serie “Un mundo frágil” estuvo dedicada, del 29 de mayo al 19 de junio, a la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano (UNOC 3). Esta serie fue de acceso libre en los 22 países de la cuenca mediterránea y traducida a 11 idiomas, gracias a la colaboración con la Región Sud.
Croacia, Chipre, Grecia, Italia, Libia, Malta, Marruecos, Portugal, Túnez y Unión Europea –y por supuesto Francia, anfitriona del evento: el Mediterráneo estuvo fuertemente representado en la UNOC 3. Al margen de la conferencia oficial, la cumbre “Por un Mediterráneo más Conectado” permitió a estos países ribereños presentar una agenda común centrada en la conectividad marítima, energética y digital, así como la descarbonización de los puertos.
Entre los anuncios destacados, la creación de un grupo de trabajo portuario que asocia a Marsella, Algeciras y Beirut para equipar a los barcos con alimentación eléctrica en el muelle. El objetivo es reducir drásticamente la contaminación del aire durante las escalas y, más globalmente, las emisiones de gases de efecto invernadero en cuencas muy expuestas como este mar cerrado. También se han saludado proyectos de corredores de interconexión energética, especialmente entre Grecia, Chipre, Egipto y Europa. El lanzamiento del cable digital Medusa/GEANT entre las dos orillas tiene como objetivo reducir la brecha digital.
Iniciativas locales más adelantadas que los Estados
Más allá de estos “éxitos diplomáticos” para muchos participantes, lo esencial está en otro lugar. En el terreno, son las entidades locales y los actores comprometidos quienes despliegan las verdaderas soluciones. “Por suerte hay acciones locales, porque este tipo de cumbre no desemboca en nada concreto”, sentencia Renaud Muselier. Y el presidente de la Región Provenza-Alpes-Costa Azul cita las medidas ya implementadas en su región, como el programa “cero humo” en los puertos que ha sido pionero en este ámbito. O las motorizaciones limpias para los barcos de recreo que se están probando con las federaciones de navegantes. Sin olvidar las medidas concretas de protección reforzada de los prados de posidonia. “Nosotros llevamos la delantera”, insiste.
El mismo sentimiento de urgencia proviene de Christophe Madrolle, presidente de la comisión Mar y Litoral de la misma región. Destaca tres puntos fuertes de la cumbre: “la afirmación política de la urgencia, el papel central de los científicos en los debates, y la toma de conciencia, a nivel mundial, del impacto del cambio climático en los litorales”.
Multiplicar las conexiones para reparar el planeta azul
La voz de la investigación y la innovación se ha hecho oír. Para Natalie Quévert, jefa de proyecto del Sea Index, herramienta de evaluación ambiental desarrollada por el Yacht-club de Mónaco, la UNOC ha sido un “catalizador”. “Ha habido numerosos encuentros, presentaciones, debates que nos han permitido presentar este primer sistema de calificación independiente y transparente que evalúa el impacto ambiental de los yates de más de 24 metros. Reducir la intensidad energética también significa reducir el ruido”, subraya, feliz de ver que la contaminación acústica está subiendo en prioridad en las agendas.
Comprometido en la financiación de proyectos científicos, Thomas de Williencourt, director del Fondo Pure Ocean, encontró en el Blue Economy & Finance Forum la oportunidad de convencer a las empresas “de integrar el azul en su estrategia”. Continúa: “La cumbre ha jugado un papel de puente: el 100 % de los medios han hablado del océano, me parece notable”.
Desde el lado de las ONG, la misma esperanza está matizada por la exigencia. Adrien Piquera, presidente de la cooperativa Nature Peinture, aplaude la declaración de Niza sobre el plástico, firmada por 95 países. Pero llama a ir más allá: “Es necesario un derecho de los océanos”. Denunciando la ausencia de los grandes productores de plástico como Estados Unidos, China o las petromonarquías, aboga por una gobernanza internacional de los bienes comunes. “Hoy en día, tenemos el derecho de destrozar el mar sin ser inquietados, y eso me plantea un problema”.
En los territorios expuestos, la alerta es permanente. Anne Claudius-Petit participó en el encuentro de los delta del mundo: “La Camarga entra en esta categoría de tierras apenas por encima del nivel del mar, directamente amenazadas por el calentamiento climático que provoca un aumento del nivel del mar.” Para la presidenta del Parque natural regional de Camarga, el interés de la cumbre fue haber permitido a los territorios establecer alianzas técnicas, a partir de experiencias compartidas: “Encontrar a tomadores de decisiones con quienes compartimos estas preocupaciones es esencial.”
El Mediterráneo, pequeño mar con grandes desafíos
La cumbre de Niza ha puesto de relieve el Mediterráneo como laboratorio de transiciones y vulnerabilidades. “Un mar cerrado, pero conectado al mundo”, como recordó la embajadora de Malta para los asuntos oceánicos. Vanessa Frazier llama así a hacer del Mediterráneo “un corredor de cooperación”. Si la UNOC 3 ha abierto caminos, cada país ribereño ha puesto sobre todo de manifiesto preocupaciones a menudo relacionadas con vectores endógenos. Así, Grecia se ha centrado en la ratificación del acuerdo BBNJ, la necesidad de proteger el 30 % de las zonas marinas para 2030 y el auge de las tecnologías verdes en el transporte marítimo. Líbano, aunque ausente de cualquier declaración oficial, ha destacado, a través de su ministra del Medio Ambiente Tamara El Zein, su Estrategia nacional 2024 para la gestión de residuos como respuesta a la contaminación plástica de gran envergadura en sus costas. Italia, que no ha ratificado el tratado sobre alta mar, ha querido precisar que “el Mediterráneo es un espacio y un destino compartidos” y su ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional, Antonio Tajani, anunció el primer Foro euro-mediterráneo del agua en Roma, en octubre de 2026. La palabra final, para esta síntesis de la UNOC 3, corresponde al artista franco-argelino Yacine Aït Kaci, fundador del proyecto Archipel: “A nivel de la movilización de la sociedad civil […] Creo que realmente ha pasado algo en Niza, y por lo tanto, en el mundo.”

Foto de portada: Adrien Piquera, presidente de la cooperativa Nature Peinture llama a ir más allá: “Es necesario un derecho de los océanos.” © DR