Israel

Una obra de teatro cuestiona las relaciones entre judíos y árabes en tiempos de guerra

Representada por primera vez en Rahat en el Néguev en Israel, la obra presentada por el teatro mixto árabe-judío Al Yamama invita al público a reflexionar sobre las relaciones entre judíos y árabes en tiempos de guerra. "El viento amarillo" es una adaptación de la obra del famoso novelista israelí, David Grossman.

"El público quedó en estado de shock", decodifica Daniel Alter, el director artístico. El pasado sábado 20 de abril, la emoción y el asombro se apoderaron de los espectadores en el Palacio Cultural de Rahat, la ciudad beduina más grande del mundo: el teatro Al Yamama acaba de lograr un logro sin igual con su nueva producción "El viento amarillo", representada en árabe. La obra aborda con audacia temas que, desde el 7 de octubre, están plenamente arraigados en la actualidad: el callejón sin salida y el cuestionamiento de la convivencia entre árabes y judíos, desconfianza, racismo, vínculos entre árabes israelíes y árabes de Cisjordania o incluso la alteración del sentimiento de seguridad.

Cooperación judío-árabe

Bajo el foco de atención, cuatro actores árabes israelíes: Kaid Abu Latif, cofundador de Al Yamama, Rawada Salman, Salama Abu El Kinen y Ghassan Ashkar, comparten escenario con cuatro judíos, "entre bastidores". David Grossman, el autor, Daniel Alter, el director artístico, Ilan Ronen, el escenógrafo y Olga Goltzer, la escenógrafa. “Este es el concepto de cooperación judío-árabe”, afirma Daniel Alter.

Fundado en 2021, tras los disturbios en las ciudades mixtas israelíes, el teatro Al Yamama tiene como misión devolver la esperanza y la confianza en la relación árabe-judía. Pretende ser un reflejo de una cooperación posible, la única vía hacia una paz duradera entre los pueblos. Talal Al-Qarinawi, alcalde de Rahat, agradeció al teatro Al Yamama y al centro comunitario de la ciudad por sus innovaciones culturales, expresando su apoyo a la construcción de una comunidad que tenga "el sabor de la cultura y santifique el conocimiento para desarrollar una sociedad influyente capaz de cambiar las mentalidades en el país a través del escenario".

El teatro, símbolo de paz y coexistencia

La obra, compuesta por monólogos sucesivos, también incluye un pequeño intermedio donde los actores leen los textos originales del escritor. "Han pasado tantos años desde que Grossman escribió esta obra pero los sentimientos y las emociones no han cambiado. Un sentimiento de impotencia, peligro, vigilancia, todo esto nos lleva a poner un espejo frente a los judíos y los árabes, para que cada uno observe la situación desde su punto de vista", declara Daniel Alter, director artístico de Al Yamama. A través de los eventos culturales que propone, este teatro trabaja para fomentar la esperanza entre los beduinos y los judíos, mostrando que es posible trabajar y crear juntos, mano a mano.

El teatro no tiene el poder de cambiar las cosas de manera radical, pero puede servir como un reflejo y provocar una reflexión entre la población, sobre las elecciones morales. Después de la representación, algunas personas me preguntaron cómo me atreví a montar un espectáculo así, especialmente en este momento sensible. Les respondí que era el momento oportuno para hacerlo. Actualmente, el pueblo abandonado se gobierna a sí mismo, ya que los líderes son inexistentes. En los asentamientos, niños judíos son asesinados y jóvenes judíos saquean a los palestinos y cometen actos de vandalismo”, lamenta Daniel Alter.

La obra pronto se presentará en otras ciudades árabes como Shfaram, Nazaret y Umm el Fahem. Luego será presentada en hebreo. Al Yamama se esfuerza por demostrar que la sociedad árabe puede contribuir a un destino común, y no solo ser espectadora del futuro de Israel. A través de proyectos originales, como festivales de cine, teatro y música, Al Yamama ofrece una alternativa real para acercar a judíos y árabes, con el objetivo de hablar con una sola voz y erradicar los prejuicios que corroen la sociedad desde dentro. Actualmente, el grupo está trabajando en una futura colaboración con la Academia de Música y Danza de Jerusalén.