Cuando la innovación se encuentra con la restricción, el Mediterráneo se convierte en un buen laboratorio. En Al-Khader, un mercado anual de uvas apoya la agricultura palestina bajo restricciones. En Israel, en pleno desierto del Negev, se experimenta con el cultivo de fresas irrigadas con agua de mar. Los Balcanes apuestan por la energía solar para enfrentar las sequías y la dependencia. Mientras tanto, los arquitectos cuestionan sus prácticas y se enfrentan cada día a los desafíos concretos de la arquitectura del mañana.
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Valioso, el mercado anual de productores de uva palestinos
El mercado de uvas de Al-Khader es un mercado como los demás y, sin embargo, es diferente en su finalidad. Organizado una vez al año, se inscribe en una serie de iniciativas locales destinadas a apoyar a los agricultores palestinos. Nacido de una asociación con la Cámara de Comercio de Belén y el Ministerio de Agricultura, este evento temporal permite a los productores vender directamente sus cosechas y preservar una actividad agrícola debilitada por las restricciones políticas y económicas.
Fresas cultivadas en el desierto gracias al agua de mar
Desde hace más de quince años, investigadores y productores israelíes persiguen una apuesta audaz: cultivar fresas de alta calidad en pleno desierto del Negev. Y sobre todo, obtenerlas lo antes posible en la temporada. El desafío no es únicamente agrícola, también es económico. El objetivo es sincronizar la producción con el período de alta demanda, entre noviembre y febrero, cuando los precios alcanzan su máximo. Para lograrlo, los investigadores han recurrido… al agua de mar.
Estabilidad energética: la apuesta fotovoltaica de los Balcanes
La creación del parque fotovoltaico de Karavasta, el más grande de los Balcanes, marca un punto de inflexión para el país. Construido por la empresa francesa Voltalia, diversifica una producción de electricidad hasta ahora casi exclusivamente hidráulica. En un contexto de sequías repetidas y aumento de importaciones, Karavasta se impone como un palanca de independencia energética, desarrollo económico y cooperación regional.
El arquitecto frente al desafío cotidiano
Con motivo de las 10ᵃ Jornadas Nacionales de Arquitectura en Francia (del 16 al 19 de octubre), bajo el tema "Arquitecturas de lo cotidiano", la profesión se cuestiona sobre su papel en un mundo limitado por la crisis climática y la sobriedad de los recursos. Arquitecto y docente en la escuela de arquitectura de Marsella, Matthieu Place defiende un enfoque responsable de la profesión: construir menos, transformar más y devolver vida a lo existente sin renunciar a la creatividad ni a la ambición colectiva. El periodista Paul Molga continúa la reflexión con esta generación de constructores que se enfrenta a nuevas soluciones basándose en las cualidades de las antiguas ciudades del desierto.