La gestión de residuos es un tema importante para todos los países, especialmente en la cuenca mediterránea. Justine Viros analiza con Melissa Kanane, doctora en Protección de Ecosistemas, la gestión de residuos en Argelia y especialmente en Cabilia. Esta semana hace un punto más general sobre las diferentes tipologías de residuos en el Mediterráneo, especialmente según criterios sociológicos.
Melissa Kanane nos comparte los resultados de su trabajo sobre el esquema de gestión de residuos en Argelia, los problemas y soluciones asociados, y, finalmente, su valorización.
Secuencia 2 - Sociología y tipologías de residuos en el Mediterráneo
La gestión de residuos en el Mediterráneo es un problema complejo influenciado por factores sociológicos, económicos y culturales. Dentro de los países mediterráneos, varía según la implicación de las autoridades en su gestión, la naturaleza de los residuos encontrados, la educación y la importancia dada a la cuestión ambiental. Los residuos, dependiendo de cómo se estudian, se consideran como un recurso, un peligro, una mercancía, un objeto de gestión o un archivo. De hecho, son objetos complejos que nos llevan a ver el mundo de manera diferente; nos comunican información sobre las políticas ambientales, la historia urbana, las ciencias del comportamiento, los movimientos sociales, etc. [1]
Variabilidad de residuos: comparación entre Francia y Argelia
El nivel de vida y los hábitos de consumo juegan un papel crucial en la tipología de los desechos producidos. En Francia, la urbanización y la industrialización han llevado a un aumento de los desechos no orgánicos, mientras que en Argelia, los desechos orgánicos siguen siendo dominantes debido a la prevalencia de los mercados locales y las prácticas alimentarias tradicionales. De hecho, las tipologías de desechos están vinculadas a hábitos alimenticios relacionados con la cultura y el entorno familiar. [2]
En Francia, los desechos reciclables como el plástico, el vidrio y el papel representan una proporción importante de los desechos producidos, reflejando un cierto nivel de vida y un acceso generalizado a productos empaquetados. La comparación de Francia con los países europeos muestra que el reciclaje es menos efectivo allí y cuando nos enfocamos en la región de Sur-PACA ubicada en la costa del Mediterráneo, el panorama de la gestión de desechos es aún peor. En 2011, la cantidad de desechos producidos por habitante fue de 730 kg, en comparación con un promedio anual de 592 kg para los hogares franceses. Y la cantidad reciclada rondaba los 56 kg en comparación con los 77 kg a nivel nacional. [3]
En Argelia, aunque los plásticos también son comunes, los desechos orgánicos siguen siendo mayoritarios y representan el 60% de los desechos domésticos, especialmente en los hogares de bajos ingresos. Históricamente, los argelinos solían gestionar estos desechos de manera más local y orgánica. La gestión de residuos varía considerablemente en toda Argelia y el Mediterráneo en general. En Cabilia, la gestión de residuos está más avanzada gracias a una mejor organización comunitaria e iniciativas locales. Sin embargo, en otras regiones, la gestión de residuos sufre problemas de financiamiento, falta de infraestructura y baja conciencia. En Argelia, hay cierto desapego: mientras nuestra casa esté limpia, lo que sucede afuera importa poco. Las pérdidas y desperdicios de desechos orgánicos en el sur del Mediterráneo a veces son altos. Por lo tanto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura estima que ascienden a 250 kg por habitante al año, y representan más de 60 mil millones de dólares en pérdidas anuales, es decir, 120 dólares por habitante, planteando así preguntas sobre el uso de los recursos naturales y la seguridad alimentaria en regiones fuertemente afectadas por el cambio climático y donde la agricultura es muy consumidora de agua. [4]
Relación sociológica con los desechos
Los estudios científicos muestran que los criterios que permiten a las poblaciones adoptar una conducta de reciclaje selectivo incluyen la legislación y las políticas públicas como la implementación de infraestructuras, impuestos, sanciones, comunicación, etc. Pero también criterios más individuales e intrínsecos a las poblaciones como las afinidades ambientales, la influencia social y la vivienda (tipos, proximidades, etc.). De igual manera, se ha demostrado que una mayor sensibilización y conocimiento sobre el impacto de los desechos, así como la comunicación sobre su gestión, ayudan a mejorar los hábitos de reciclaje y consumo de las poblaciones. Por lo tanto, en Cabilia, los programas de sensibilización llevados a cabo por asociaciones locales y comités de aldeas desempeñan un papel crucial en esta concienciación. Estas iniciativas incluyen la promoción del reciclaje de residuos en la fuente, el compostaje de residuos orgánicos y la reducción del uso de plásticos. En Francia, numerosas asociaciones también participan en la sensibilización sobre los desechos e inician campañas de limpieza de desechos como Clean my Calanques o la asociación MerTerre.
Programas nacionales y locales: eficacia y percepción
Factores como la cultura, el desarrollo económico, el clima y las fuentes de energía influyen en la composición de los residuos; esta composición afecta la necesidad de recolectar los residuos con mayor o menor frecuencia y determina cómo llevar a cabo su eliminación. [5]
En Francia, los programas de gestión de residuos están bien establecidos y cuentan con un importante apoyo público, con regulaciones e infraestructuras estrictas y desarrolladas. En Argelia, aunque existen programas nacionales, su eficacia suele estar limitada por restricciones presupuestarias e infraestructuras insuficientes. Existen programas nacionales, como la estrategia nacional de gestión integrada y valorización de residuos para el horizonte 2035, pero su eficacia sigue siendo limitada en comparación con la cantidad de residuos producidos. El mal funcionamiento de este sistema, junto con los resultados de investigadores en este campo, subraya la importancia de ampliar los programas de recogida de residuos separados en la fuente para permitir la reducción de residuos domésticos enviados a vertederos, limitar los costos económicos y ambientales del transporte de residuos y permitir la valorización de materiales clasificados. [6]
El Mediterráneo, un lugar de encuentro y destino final para los desechos de los países de la cuenca
Las percepciones históricas de los desechos en el Mediterráneo muestran una evolución en la forma en que las sociedades han percibido y gestionado los desechos. Tradicionalmente, los desechos se percibían como recursos que podían ser reutilizados o compostados. Sin embargo, con la industrialización y la modernización, esta percepción ha cambiado y los residuos se consideran cada vez más un problema ambiental y sanitario.
Durante las recolecciones realizadas en las playas de Tizi Ouzou, los desechos encontrados no eran directamente identificables como provenientes de otros países, pero los desechos plásticos se fragmentan y se dispersan, se acumulan en el fondo marino y son ingeridos por la fauna. Las cuencas de los países que bordean el Mediterráneo llevan su flujo de desechos hasta el mar Mediterráneo, lo que facilita su circulación. Por lo tanto, la cuestión de los desechos es un desafío transnacional para el cual la cooperación regional, nacional e internacional combinada con iniciativas locales son esenciales para abordar este problema de manera efectiva.
La gestión de residuos en el Mediterráneo está influenciada por factores sociológicos, económicos y culturales. Las diferencias entre Francia y Argelia se encuentran principalmente en las políticas públicas implementadas, en el consumo (por ejemplo, la proporción de residuos orgánicos/no orgánicos), pero también en la influencia del nivel de vida, las iniciativas locales y nacionales, así como en las percepciones de los residuos, especialmente en la educación y sensibilización ambiental. La dimensión ambiental, económica y social de la gestión de residuos en el Mediterráneo la posiciona como uno de los principales desafíos a enfrentar en los próximos años. Una gestión efectiva de residuos requiere una comprensión profunda de sus impactos y una cooperación entre los actores para desarrollar soluciones sostenibles y adaptadas a las realidades locales.
Biografía
Melissa Kanane : Doctora en protección de ecosistemas especializada en gestión de residuos y profesora adjunta en la Universidad de Tizi-Ouzou en Argelia. Su trabajo se centra en la cuantificación, identificación, caracterización y valorización de residuos domésticos y asimilados.
Justine Viros: Científica especializada en el bosque mediterráneo y las interacciones químicas bosque - atmósfera en el contexto del cambio climático. Actualmente ocupa un puesto de ingeniera de Investigación en la misión Interdisciplinariedad(s) de la Universidad de Aix-Marseille, donde se desempeña como responsable de desarrollo de la asociación Neede Méditerranée.
Referencias: