Tirana vive al ritmo de una transformación continua. Pasando de la grisura comunista a la anarquía arquitectónica, la capital albanesa se esfuerza por crear una unidad urbana con más o menos éxito. Para Helidon Haliti, uno de los artistas más destacados del país, el arte debe ser parte integral de este desarrollo al firmar la identidad de la ciudad en los espacios públicos.
Tirana es una ciudad extraordinariamente dinámica. Los bares y restaurantes, las calles animadas y los nuevos espacios urbanos la convierten en un destino atractivo. Sin embargo, más allá de esta vitrina, el arte parece quedar en un segundo plano. El pintor Helidon Haliti, una de las voces más críticas y constructivas de Albania, considera que Tirana carece de una estrategia coherente para destacar o valorar las artes visuales.
Analizando los desarrollos recientes, propone soluciones concretas, reflexiona sobre lo que podría hacerse para restaurar el arte en la vida pública. "El caos arquitectónico y la ausencia de un enfoque artístico unificado han dejado su huella en la ciudad," dice, subrayando la importancia de iniciativas como el Mural Fest, para aportar más color y vida a Tirana.
Del caos urbano…
Antes de los años 1990, Tirana era una ciudad con una estructura arquitectónica rígida, controlada de cerca por el régimen. Los espacios dedicados al arte eran escasos, principalmente confinados a las instituciones estatales, como museos y edificios públicos. Además, las exposiciones, al igual que la expresión artística, estaban sometidas a una estricta supervisión. Sin embargo, la ciudad disfrutaba de una estabilidad arquitectónica, aunque fría y limitada en creatividad.
Con la llegada de la democracia en 1991, los cambios fueron inmediatos, pero a menudo descontrolados. "Desde entonces, el caos urbano ha tomado el control de Tirana. La arquitectura se ha desarrollado espontáneamente, sin una visión artística clara. La gente comenzó a construir según sus deseos, formando una ciudad sin una identidad bien definida," explica Haliti.
Uno de los principales problemas, según él, era la falta de una política cultural clara. "En lugar de transformarse en una capital artística vibrante, Tirana se ha llenado de asfalto. Los colores grises han cubierto las fachadas, y la ciudad se ha convertido más en un espacio sobrecargado que en un lugar de inspiración artística," continúa.
…al Festival de Street Art
Uno de los esfuerzos más importantes para llevar el arte al espacio público ha sido la creación del Mural Fest. Este festival, organizado por el Municipio de Tirana, tiene como objetivo transformar las paredes de la ciudad en obras de arte monumentales. Este evento que reúne a artistas locales e internacionales añade dinamismo y color a los espacios urbanos.
Para Haliti, esta iniciativa ha salpicado la ciudad de puntos de color, pero advierte sobre el riesgo de abrir el festival a artistas no reconocidos, que podrían carecer de profesionalismo. "Proyectos como este requieren experiencia y conocimiento para ser realizados correctamente, porque sé lo que significa pintar muros sin tener los estándares adecuados. Aunque el Mural Fest aporta energía y frescura, no es suficiente para crear un ecosistema artístico sostenible," declara. También subraya que la ausencia de un proceso de selección claro y de supervisión profesional podría comprometer la calidad y la longevidad de estas obras.
Y añade : "En Tirana, muchas actividades artísticas se llevan a cabo al aire libre, pero la mayoría de ellas pertenecen a la música, al ruido y a las celebraciones. La capital nos ahoga a todos. Las artes visuales son las que más sufren. La ciudad está inundada de publicidad banal y luces brillantes, como cualquier otra metrópoli."
Más allá de los murales
Para Haliti, el arte callejero debe ir más allá de la simple pintura mural, para integrarse en la propia arquitectura de la ciudad, con nuevos espacios a disposición de los artistas. Para convertirse en parte de la vida cotidiana de los ciudadanos. Propone por lo tanto la creación de una estrategia clara para integrar el arte en la vida pública, a saber, una cooperación entre la Municipalidad y la comunidad artística para desarrollar un marco legal que apoye el arte en los espacios urbanos. También subraya la necesidad de proporcionar apoyo financiero para realizar obras monumentales en materiales duraderos como el bronce y el mármol.
También sugiere dedicar espacios a los artistas, como estudios públicos y galerías, donde se puedan organizar exposiciones regulares. A sus ojos, sin embargo, queda un paso crucial : la creación de una zona específica de la ciudad, donde los artistas puedan exhibir sus obras, donde ciudadanos y visitantes puedan reunirse en torno al arte. Su discurso comienza a encontrar eco. Además de un apoyo institucional a las artes visuales, la municipalidad de Tirana ha invertido en infraestructuras y está implementando financiamiento para proyectos en el espacio público, a través de fondos propios y asociaciones con organizaciones internacionales.

Foto de portada: Realizada con ocasión del Mural Fest 2021, esta obra firmada por el artista griego Gera ha sido clasificada entre las 100 mejores imágenes del mundo © DR