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COP29: la descarbonización, una respuesta al desafío climático

# 1 Descarbonización y mercados de carbono

Nuestro enviado especial a la COP29, 22-med repasa los puntos clave de los debates que se llevaron a cabo en torno al Mediterráneo. A lo largo del mes de diciembre, desglosamos así los grandes desafíos y los resultados clave de la 29ª cumbre de la ONU sobre el clima a través de tres temáticas: biodiversidad, transición en la construcción, descarbonización.

La 29ª COP ha abierto un nuevo capítulo en la lucha contra el cambio climático. En el centro de las discusiones, los mercados de carbono finalmente han encontrado un marco normativo, tras una década de negociaciones complejas. El principio de los mercados de carbono se basa en un mecanismo incentivador: cada proyecto que reduzca o capture una tonelada de CO2 genera un crédito de carbono intercambiable. Estos créditos pueden ser adquiridos por países o empresas que buscan alcanzar sus objetivos climáticos.

La COP29 marcó un avance significativo al finalizar las normas de el Artículo 6 del Acuerdo de París. Se adoptaron dos sistemas complementarios: un mercado centralizado bajo la égida de las Naciones Unidas, y un enfoque bilateral, permitiendo a los países intercambiar créditos directamente. Esta flexibilidad debería estimular las inversiones mientras garantiza una mayor transparencia a través de un registro central compartido.

Un motor económico para el clima

Según la IETA (International Emissions Trading Association), los mercados de carbono podrían movilizar 250 mil millones de dólares al año para 2030. Esta inyección financiera podría compensar hasta 5 mil millones de toneladas de CO2 anualmente, al tiempo que financia proyectos climáticos en los países en desarrollo. Bakú también subrayó la necesidad de apoyar a las economías emergentes proporcionándoles infraestructuras y herramientas para acceder a estos nuevos mercados.

Desafíos críticos: garantizar la credibilidad y la eficacia

A pesar de estos avances, persisten obstáculos. El riesgo de greenwashing es omnipresente: sin un marco estricto, las empresas podrían utilizar estos créditos para mejorar su imagen sin reducir realmente sus emisiones.

Además, la cuestión de la equivalencia de los créditos sigue siendo problemática. Un crédito proveniente de un proyecto de reforestación, por ejemplo, no tiene el mismo valor que un crédito relacionado con una captura directa de carbono fósil, ya que los árboles son vulnerables a incendios u otras catástrofes.

Finalmente, la distribución de los beneficios entre países ricos y pobres sigue siendo un punto de tensión. Si la COP29 prometió apoyos a los países menos favorecidos, los financiamientos necesarios se cifran en miles de millones de dólares, muy por encima de los compromisos actuales.

Hacia una transición inclusiva: la innovación al servicio de las pymes

Una de las iniciativas destacadas de la COP29 fue el lanzamiento de una plataforma dedicada a las pymes. Estas empresas, a menudo pasadas por alto en las estrategias climáticas globales, desempeñarán ahora un papel clave en la transición ecológica. La campaña "climato-prueba" busca así ayudar a estas estructuras a adaptarse, pero también a dar forma activamente a las nuevas normas climáticas. Ya más de 65 millones de pymes participan en esta iniciativa, lo que demuestra el entusiasmo del sector privado por comprometerse en una transición sostenible.

Una oportunidad única para los países en desarrollo

Para las naciones del Sur, los mercados de carbono representan una oportunidad histórica para movilizar recursos a gran escala. Los fondos generados podrían financiar proyectos de adaptación al cambio climático, como la protección de infraestructuras costeras. O mitigar las pérdidas y daños ya sufridos. Sin embargo, estos mecanismos deben ir acompañados de un acceso simplificado a los financiamientos y un apoyo técnico reforzado para garantizar su eficacia.

Una victoria frágil pero prometedora

La COP29 ha sentado las bases para un sistema de mercados de carbono más transparente e inclusivo, ofreciendo nuevas perspectivas para la descarbonización mundial. Sin embargo, el éxito de estos mecanismos dependerá de la implementación rigurosa de las normas adoptadas, así como de la voluntad política de superar las divisiones entre países desarrollados y en desarrollo.

En el umbral de una década decisiva para el clima, es esencial que estas herramientas no se conviertan en escapatorias, sino en verdaderos catalizadores de transformación. Para ello, la comunidad internacional debe mantener su compromiso de financiar y acompañar las transiciones necesarias. Queda claro que estos mercados no son un fin en sí mismos, sino un medio entre otros para alcanzar un planeta viable y equitativo para todos.

La COP29 ha sentado las bases para un sistema de mercados de carbono más transparente e inclusivo ©UN Climate Change | Lucia Vasquez Tumi

Foto de portada ©kp yamu Jayanath  Pixabay