A un mes de la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano (UNOC 3), que se llevará a cabo en Niza del 9 al 13 de junio de 2025, la movilización internacional en favor de la protección de los entornos marinos adquiere una importancia particular. Y el Mediterráneo ilustra bien los desafíos cruciales de este encuentro. Hoy en día, gravemente amenazada por las actividades humanas, la sobrepesca, la contaminación, las especies invasoras y el cambio climático, su biodiversidad tiende a escasear. Para frenar esta espiral, se han implementado diversas iniciativas regionales e internacionales para preservar los ecosistemas marinos y promover una gestión sostenible de estos recursos.
Por Caroline Haïat
Varias especies han sido catalogadas como “en peligro crítico” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Es el caso del ángel de mar, un tiburón plano a menudo confundido con una raya, que vive enterrado en los fondos arenosos del Mediterráneo. Su población ha disminuido en más del 80 % en 45 años, principalmente debido a la pesca de arrastre que lo captura accidentalmente. Otro ejemplo es la cigala de mar, un crustáceo discreto de los arrecifes de coral. Está protegida en la mayoría de los países mediterráneos; sin embargo, la pesca ilegal sigue amenazando a esta especie con cerca de dos toneladas capturadas cada año en las costas israelíes. Una aplicación móvil desarrollada por la SPNI (Sociedad para la Protección de la Naturaleza en Israel) ahora permite informar sobre las infracciones.
“Las especies indígenas, como los erizos, los moluscos y los caracoles, también están amenazadas por el cambio climático y las especies invasivas”, subraya el Dr. Gil Rilov, investigador en el Instituto Oceanográfico de Israel.
“Las tortugas marinas, aunque protegidas, también enfrentan numerosos peligros. Las luces artificiales de las zonas costeras las atraen hacia la tierra en lugar del mar. Como resultado, aproximadamente 3,000 tortugas son atrapadas cada año en redes o anzuelos. La Sociedad para la Protección de la Naturaleza en Israel (SPNI) lleva a cabo acciones de sensibilización y ha desarrollado la aplicación móvil Sea Watch, para permitir al público informar sobre los peligros encontrados”, continúa.
Numerosas zonas submarinas han sido designadas como áreas marinas protegidas. Frente a Tel Aviv, alberga corales raros, calamares y tiburones. Pero también en los Estrechos de Bonifacio en Córcega (Francia), ricos en posidonias y hábitats para los delfines, alrededor de las islas Medes en Cataluña, conocidas por su biodiversidad excepcional, en el parque nacional de Zakynthos en Grecia, donde vienen a anidar las tortugas carey. También es el caso entre Francia, Córcega e Italia, en el Santuario Pelagos que protege a numerosas especies de cetáceos, o en las aguas del archipiélago de Malta, donde las cuevas submarinas y las especies endémicas son objeto de toda la atención.
Amenazas reales para la biodiversidad en el Mediterráneo
Si Israel ha identificado 452 especies marinas invasivas a lo largo de sus costas, provenientes en gran parte del mar Rojo, a través del canal de Suez, este fenómeno no es aislado. La cuenca mediterránea, uno de los ecosistemas marinos más vulnerables del mundo, enfrenta una creciente invasión de estas especies exóticas. El canal de Suez ha sido, y sigue siendo, una verdadera puerta de entrada para especies provenientes del mar Rojo, un fenómeno llamado "la invasión del área de Suez", que ahora afecta a toda la región. Especies como el pez león, las algas Caulerpa, o el cangrejo de Suez, se propagan rápidamente, modificando la estructura de los ecosistemas y amenazando actividades humanas como la pesca y el turismo. Frente a esta amenaza, se multiplican las iniciativas de monitoreo y gestión de especies invasivas. Pero la tarea sigue siendo ardua. La contaminación, la sobrepesca y la urbanización costera degradan los hábitats marinos, reduciendo la biodiversidad. Para erradicar las amenazas, han surgido numerosas iniciativas.
También se están realizando esfuerzos para fortalecer la vigilancia y la aplicación de las leyes ambientales. “Las instituciones israelíes, en particular, colaboran con socios internacionales para monitorear la salud de los ecosistemas marinos. Se utilizan tecnologías innovadoras, como el ADN ambiental, para detectar la presencia de especies y evaluar la biodiversidad sin perturbar los hábitats naturales”, explica el Dr. Gil Rilov.
Una cooperación regional e internacional de gran envergadura
El Plan Azul, en colaboración con el proyecto PANACeA (Streamlining Networking and Management efforts in Mediterranean Protected Areas for Enhanced Natural Conservation and Protection), ha trabajado para mejorar la gestión de las áreas marinas protegidas (AMP) en los países del sur del Mediterráneo. Este proyecto tenía como objetivo fortalecer la gobernanza, promover asociaciones público-privadas y valorar los servicios ecosistémicos para apoyar la conservación de la biodiversidad marina. Al final del proyecto PANACeA (2019-2022), la Comunidad de Protección de la Biodiversidad Mediterránea (MBPC) tomó el relevo. Esta comunidad persigue el objetivo de fortalecer la cooperación entre los actores públicos y privados, fomentando enfoques de gestión sostenible y desarrollando herramientas adaptadas a las especificidades de las AMP mediterráneas. También apoya estrategias regionales y nacionales para una gobernanza mejorada y una gestión más coherente de los espacios protegidos, fomentando la colaboración intersectorial.
Un ejemplo de este éxito es el área marina protegida de Port-Cros en Francia, donde las asociaciones público-privadas han permitido desarrollar prácticas de gestión sostenibles y mejorar la vigilancia de la biodiversidad. En otro ejemplo, la colaboración entre las autoridades locales y los científicos ha permitido restaurar las poblaciones de peces dentro del parque nacional de Zakynthos en Grecia, donde las tortugas carey vienen a anidar.
Finalmente, la MBPC pone un énfasis particular en la integración de la gestión de las áreas marinas protegidas en enfoques participativos. Estas acciones buscan garantizar una conservación sostenible de los ecosistemas marinos mientras promueven el desarrollo económico en un marco respetuoso con el medio ambiente. Este es el caso del área de Tavolara-Punta Coda Cavallo en Cerdeña (Italia), donde la gestión participativa está en el centro del dispositivo. La autoridad de gestión trabaja estrechamente con los pescadores artesanales, los operadores turísticos, los científicos y los habitantes locales. Resultado: una mejora del estado de los hábitats marinos, una mejor aceptación de las normas de gestión y beneficios económicos positivos para las actividades ecoturísticas y la pesca local.
Y misiones científicas
Por su parte, la Comisión General de Pesca del Mediterráneo ha lanzado un plan de acción decenal destinado a armonizar la pesca y la protección de la biodiversidad marina. Se están llevando a cabo proyectos piloto en Marruecos, Túnez y Turquía para reducir las capturas accidentales y promover prácticas de pesca sostenibles.
Frente a la proliferación de especies no indígenas, se están implementando iniciativas para transformar esta amenaza en oportunidad. En Túnez, programas fomentan la comercialización del cangrejo azul, una especie invasiva, para apoyar a los pescadores locales mientras se controla su población.
Seis organizaciones internacionales, incluida la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la mayor organización mundial dedicada a la protección de la naturaleza y MedPan (Mediterranean Protected Areas Network), han unido sus fuerzas para proteger la biodiversidad mediterránea. Su colaboración tiene como objetivo identificar e implementar soluciones basadas en la naturaleza, movilizar a las comunidades locales y fortalecer la gobernanza ambiental.
Misiones científicas, como la "Arca de Noé de las profundidades", lanzada en octubre de 2022 por la Fundación 1 ocean en asociación con la UNESCO y el CNRS, estudian el impacto del calentamiento climático en especies marinas emblemáticas, como las gorgonas rojas. Todas estas investigaciones contribuyen a la implementación de estrategias de conservación adaptadas a los desafíos climáticos actuales y futuros en el Mediterráneo.

Foto de portada: la protección de los entornos marinos adquiere una importancia crucial © DR