Túnez

La cultura en el corazón de la conciencia ecológica

Ante la contaminación plástica, la desertificación y la ausencia de una verdadera estrategia nacional de educación ambiental, artistas tunecinos se comprometen a despertar conciencias. Como la autora e ilustradora Nada Dagdoug, que firma Yeza, una novela gráfica donde la juventud enfrenta la crisis ecológica con lucidez y esperanza. Otros, como el festival Envirofest, utilizan el cine como herramienta de alerta y movilización.

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La cultura en el corazón de la conciencia ecológica
22-med – octubre 2025
• Al mezclar creación artística y compromiso, iniciativas locales sensibilizan sobre los desafíos ambientales.
• Desde la novela gráfica Yeza hasta el festival itinerante Envirofest, la ecología se afirma como un relato cultural compartido.
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Si las campañas públicas en Túnez tienen dificultades para llegar a la población, la cultura toma el relevo para contar la ecología de otra manera. A través del dibujo o la imagen, iniciativas arraigadas en la cotidianidad devuelven a cada uno un papel que desempeñar frente a la urgencia climática.

Una heroína nacida de la ira y del amor por su país

Para su regreso universitario, Yeza, la estudiante que es la heroína de la novela gráfica de Nada Dagdoug, recorre las callejuelas de la medina cuando una ráfaga de viento le lanza una bolsa de plástico a la cara. Este primer contacto con la contaminación, y su magnitud, la llevará a un viaje iniciático.

El hilo conductor de esta novela gráfica, que se lee como una novela de aprendizaje o una mini odisea, será este viaje del norte del país a la capital Túnez. Un periplo durante el cual busca entender por qué los desechos plásticos invaden todo. “Este relato realmente nació de una necesidad personal. Yeza es una especie de alter ego que habla de Túnez, de sus debilidades y fortalezas, que observa desde sus 18 años”, explica la ilustradora, profesora asistente en la universidad de Gafsa, en el suroeste tunecino.

El plástico, símbolo de un modelo agotado

Túnez genera entre 2,5 y 2,8 millones de toneladas de residuos domésticos al año, de los cuales el 10% son plásticos. A pesar de una ley sobre su prohibición, promulgada en 2020, cerca de mil millones de bolsas de plástico azules y negras se consumen anualmente, de las cuales el 80% no se reciclan. Extremadamente presentes en el paisaje urbano y a lo largo de las carreteras rurales, todavía se utilizan en la mayoría de los comercios.

Yeza misma lo constata al recoger los desechos en la playa. Luego, al descubrir a los ‘berbechas’, aquellos que recogen botellas de plástico de los cubos de basura para venderlas a depósitos que, a su vez, las envían a fábricas de reciclaje”, describe Nada Dagdoug. Porque aunque efectivamente existen fábricas, el problema de fondo sigue siendo la recolección de residuos.

Como también se trata de ser informativo y pedagógico, es casi una novela gráfica de docu-ficción. Así que quise mostrar todas las etapas por las que pasa mi personaje para intentar preservar, a su escala, el medio ambiente”, añade. Publicada por una joven editorial, La voz del libro, que también se compromete con una literatura juvenil que habla de ecología, Nada Dagdoug es una de las pocas autoras tunecinas que sensibilizan sobre el tema a través de la cultura.

Yeza es la heroína de la novela gráfica de Nada Dagdoug© Lilia Blaise

El cine para despertar conciencias

Desde hace ocho años, Hisham Ben Khamsa, director de festival y traductor, lucha por hacer vivir cada año un festival de cine ambiental itinerante, Envirofest. En esta ocasión, recorre con su equipo varias ciudades tunecinas e invierte espacios públicos o establecimientos culturales para proyectar películas sobre el medio ambiente.

Al principio, incluso si la gente no está interesada en el festival o no está al tanto, terminan viniendo, porque estamos en la calle, así que la curiosidad a menudo prevalece. Y muchos terminan siendo receptivos a los mensajes de las obras”, explica.

Aún aquellos que no son sensibles a primera vista, reaccionan cuando se trata de una película que habla sobre los desechos o los daños de la contaminación plástica o del turismo masivo. Son temas que afectan enormemente a la población.

Informar sin asustar a los más jóvenes

El festival se dirige tanto a niños como a adultos gracias a su “pueblo” ambiental que acoge startups y pequeños comercios justos, así como talleres y debates. En particular, los debates de Envirofest Kids permiten abordar las cuestiones ecológicas de manera lúdica, sin alimentar la ecoansiedad en los más jóvenes.

Los entretenemos y esperamos que sus padres y ellos se vayan con un mínimo de información para comprender los desafíos ambientales”, explica Hisham. También intenta simplificar las explicaciones sobre otros temas ambientales menos visibles a simple vista que la contaminación plástica. Como la contaminación del aire, la falta de acceso al agua, la comida chatarra o incluso la desertificación. “Intento crear círculos virtuosos a partir de pequeñas comunidades. Hay un núcleo duro de fieles que viene cada vez, aquellos que en las regiones descubren el festival, o incluso el ámbito universitario y estudiantil que también se interesa por nuestras actividades.

Un compromiso cultural sin apoyo público

Este apasionado trabaja desde hace años sin ningún apoyo. Solo lleva a cabo esta lucha gracias a su determinación y resiliencia. Sin ayuda estatal, ni siquiera del Ministerio del Medio Ambiente, que ha sido contactado en varias ocasiones, le cuesta encontrar financiamiento, ya que los donantes se vuelven cada vez más escasos en iniciativas culturales y ecológicas. “Cada año, comenzamos desde cero”, lamenta Hisham.

En Túnez, la cuestión de las contaminaciones sigue siendo central. Aunque el Estado ha comenzado a sensibilizar en los últimos años sobre cuestiones ambientales, especialmente a través de la Agencia Nacional de Protección del Medio Ambiente (ANPE) y de iniciativas como el mes del medio ambiente (de mediados de mayo a mediados de junio), “todavía no hay una verdadera estrategia nacional o un fomento de iniciativas culturales sobre el tema”, concluye Hisham. Un debate que el ámbito cultural tunecino intenta llevar a la esfera pública.

Con Envirofest, Hisham se dirige tanto a niños como a adultos © Envirofest

Foto de portada: Envirofest Kids permite abordar las cuestiones ecológicas de manera lúdica© Envirofest