Albania

Estabilidad energética: la apuesta fotovoltaica de los Balcanes

La creación del parque fotovoltaico de Karavasta, el más grande de los Balcanes, marca un punto de inflexión para el país. Construido por la empresa francesa Voltalia, diversifica una producción de electricidad hasta ahora casi exclusivamente hidráulica. En un contexto de sequías repetidas y aumento de las importaciones, Karavasta se impone como un palanca de independencia energética, desarrollo económico y cooperación regional.

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Karavasta, pivote solar de la transición energética regional
22-med – octubre 2025
• El parque de Karavasta, el mayor proyecto solar de los Balcanes, reduce la dependencia de la hidroeléctrica.
• Este proyecto franco-balcanico se convierte en un modelo de cooperación energética sostenible.
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Desde hace décadas, Albania depende casi por completo de sus centrales hidroeléctricas. Durante mucho tiempo, más del 95 % de la electricidad ha sido proporcionada por el agua – una fuente limpia, pero cada vez menos confiable debido al cambio climático. Sin embargo, en los últimos años, la multiplicación de sequías prolongadas ha reducido esta producción y obligado a importar energía a un alto costo, afectando a la economía y a los consumidores.

En el segundo trimestre de 2025, las centrales públicas solo produjeron 704 gigavatios-hora, lo que representa una disminución de más del 14 % en comparación con el año anterior. Las importaciones aumentaron de inmediato, confirmando la fragilidad del modelo existente.

Karavasta, una respuesta a la dependencia hidráulica

En este contexto, el parque fotovoltaico de Karavasta representa un cambio. Con una capacidad de 140 megavatios, es el parque solar más grande de los Balcanes. Situado en el distrito de Fier, se extiende por casi 200 hectáreas y puede proporcionar electricidad anualmente a aproximadamente 220,000 habitantes.

Más allá de su potencia instalada, el proyecto evita más de 29,000 toneladas de emisiones de CO₂ al año. En 2024, produjo 218 gigavatios de energía en nueve meses, de los cuales 82 gigavatios en el tercer trimestre. Estos resultados muestran que las nuevas capacidades fotovoltaicas ahora respaldan eficazmente el sistema eléctrico nacional.

Un proyecto con impacto económico y social

El desarrollo de Karavasta también ha tenido un efecto directo en el empleo. Se contrataron cientos de trabajadores locales durante la fase de construcción. Luego se crearon nuevos puestos para la operación. Para los habitantes, este proyecto representa tanto una fuente de energía como una oportunidad económica.

Para el Estado, se trata de una inversión estratégica. Reduce la dependencia de las importaciones, genera ingresos fiscales y refuerza la seguridad energética nacional.

Mayor visibilidad internacional

El parque de Karavasta también ha fortalecido la credibilidad del país en el extranjero. Durante su inauguración, el ministro francés Benjamin Haddad declaró que estos proyectos “han mejorado la imagen del país y lo han acercado a la Unión Europea”. Subrayó “el clima de confianza y transparencia” que esta inversión ilustra, estimando que favorecerá la llegada de otros capitales extranjeros.

Por su parte, la representante del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), Ekaterina Sololova, recordó que Albania “todavía tiene el récord de la tarifa más baja para la energía solar y se convierte en un punto de referencia para las empresas internacionales que buscan invertir en proyectos verdes”.

Un modelo de cooperación energética

La construcción del parque se inició en 2022 a cargo de la empresa francesa Voltalia, por un monto de 145 millones de euros. Apenas un año después, la instalación ya producía energía. Karavasta se ha convertido así en un símbolo concreto de la transición energética en curso.

Hoy, aproximadamente el 10 % de la electricidad nacional proviene de la energía solar, y el gobierno tiene como objetivo alcanzar el 30 % en los próximos años. El objetivo es claro: para 2030, complementar la producción hidroeléctrica con energía solar y eólica para garantizar una estabilidad sostenible.

Al pasar de una dependencia casi total de la hidráulica a una diversificación progresiva de las fuentes, el país está modificando profundamente su modelo energético. Karavasta ilustra esta evolución: un proyecto capaz de responder tanto a la presión climática, a la presión económica y a las necesidades de seguridad energética.

“El Parque de Karavasta es un ejemplo. Muestra cómo un gran desafío nacional puede convertirse en la historia de un éxito”, resume un ingeniero del sitio. Un éxito cuantificable, que ancla al país en una trayectoria energética más sólida y más abierta a la región.

Ceremonia de inicio de los trabajos de construcción del parque fotovoltaico de Karavasta en presencia del Primer Ministro Edi Rama (segundo de izquierda a derecha) y de la Ministra de Energía e Infraestructuras, Belinda Balluku (en el centro)
© Ministerio de Infraestructuras y Energía

Foto de portada: La construcción del parque se inició en 2022 por la empresa francesa Voltalia, por un monto de 145 millones de euros © DR