Continent méditerranéen

Regreso a la semana del 15 de septiembre

Cuando el Mediterráneo tiembla, se reconstruye o se incendia, siempre dice algo sobre nuestras elecciones colectivas. En sus ciudades, sus desiertos y sus mares, los equilibrios se renegocian sin cesar. Observar estos movimientos es captar la vitalidad y las contradicciones de un espacio nunca inmóvil, donde cada sacudida ya esboza una transformación por venir.

Resumen de los artículos publicados esta semana en 22-med, que se pueden encontrar en los 11 idiomas utilizados en el sitio. Para leerlos en su totalidad: suscríbase y apoye un medio independiente.

Paolo Rumiz, sismógrafo del Mediterráneo italiano

« Y ahora, nos callamos y escuchamos*. » Así comienza el nuevo libro de Paolo Rumiz, quien tuvo la formidable idea de seguir las líneas de falla, arquitectónicas, que atraviesan Italia. Acercarse a lo que nos viene de las profundidades y sacude, a veces de manera muy brutal, la península italiana con terremotos y erupciones volcánicas.

El Cairo quiere recuperar su esplendor de antaño

La parte histórica del Cairo, llamada Cairo khedivial*, entra en una nueva fase de revitalización urbana, marcada por la eliminación progresiva de construcciones informales y desórdenes visuales acumulados a lo largo del tiempo. Desde su lanzamiento en 2014, el proyecto estratégico de rehabilitación del centro de la ciudad tiene como objetivo restituir el carácter arquitectónico y patrimonial de sus edificios emblemáticos, requalificar el espacio público y hacer revivir el rico patrimonio urbano de los barrios históricos cairotes. Pero esta voluntad de valorización ya se enfrenta a las preocupaciones suscitadas por la creciente influencia de inversores privados sobre el corazón patrimonial de la capital.

El Negev en ebullición: el auge de la energía solar cristaliza las tensiones

Bajo el sol abrasador del desierto del Negev, Israel juega una parte decisiva de su transición energética. Con objetivos ambiciosos y uno de los mejores índices de insolación del mundo, la región se ha convertido en el corazón de una verdadera fiebre del oro energético. Por todas partes se levantan campos de paneles fotovoltaicos, torres de concentración solar y proyectos de infraestructuras destinados a alimentar la red nacional. Pero detrás de esta imagen seductora, las tensiones se multiplican. Las comunidades beduinas denuncian una nueva desposesión de sus tierras y los ecologistas alertan sobre los daños a una biodiversidad frágil. En cuanto a los amantes de los paisajes, se preocupan por ver sacrificada la belleza única del desierto.

Un descubrimiento inesperado frente a las islas Foúrni

Grecia acaba de crear la mayor área marina protegida del país: 430 km² alrededor del archipiélago de Foúrni, para salvaguardar los arrecifes coralinos descubiertos recientemente. Estos bosques animales submarinos, esenciales para la biodiversidad, han sido revelados gracias al proyecto «Protecting Aegean Coralligenous» llevado por Tim Grandjean*, apoyado durante cuatro años por el fondo de dotación francés Pure Ocean. Todo comenzó a partir de indicios dados por pescadores costeros, testigos de hábitats marinos que sospechaban que eran inusuales.