Israel

Cada vez más aguacates dominando la tierra y el agua

Frente a la creciente demanda de aguacates, Israel se impone hoy como un líder mundial. ¿Cómo ha logrado este pequeño país con recursos limitados desarrollar una producción tan eficiente y sostenible? Gracias a innovaciones agrícolas, una gestión optimizada del agua y un saber hacer único. El aguacate se ha convertido en un pilar de su agricultura.

De origen mexicano, el aguacate se ha convertido en un imprescindible de la cocina israelí. Presente en numerosas comidas, especialmente en el desayuno y la cena, ha conquistado el corazón de los consumidores. En 2024, el consumo promedio en Israel alcanzó los 10,5 kg por persona, frente a solo 2 kg en Europa. Este éxito refleja un entusiasmo nacional por esta fruta con múltiples beneficios.

Una historia de éxito agrícola

Israel, conocido por su agricultura innovadora, se ha consolidado como uno de los mayores productores mundiales de aguacates. Si bien los cítricos fueron alguna vez emblemáticos del país, el aguacate es ahora el cultivo más extenso con 160,000 dunams, es decir, 14,300 hectáreas, frente a solo 4,000 en 2004. En superficie, el aguacate supera hoy a todas las demás producciones frutales.

Con 230,000 toneladas, la cosecha 2024/2025 alcanza un nuevo récord, lo que representa un aumento del 67% en comparación con el año anterior y sus 150,000 toneladas. Este progreso espectacular se explica tanto por la expansión de los huertos como por la mejora de los rendimientos gracias a técnicas de cultivo avanzadas. El aguacate ha ocupado un lugar central en los paisajes agrícolas israelíes, revitalizando también algunas regiones rurales como el Negev, donde las inversiones en infraestructuras agrícolas son numerosas y los empleos, sostenibles.

Una fruta que seduce y se exporta

“En Israel, el aguacate es muy popular, ha reemplazado en cierto modo al hummus. Se puede conseguir fácilmente durante todo el año para la gran felicidad de los israelíes que lo adoran; lo comen en ensaladas o sobre tostadas, a menudo acompañado de huevos. Cultivamos principalmente el aguacate Ettinger que es liso y verde, pero también el aguacate Hass, más pequeño, rugoso y negro”, explica Shahar Goldberg, presidente de la industria israelí del aguacate, y miembro del kibutz Afek en Galilea, donde se cultivan 2 millones de m2 de aguacates.

“Somos el segundo país que más aguacates consume, justo después de México. El 45% de la producción se queda en Israel, mientras que exportamos el 55% a Europa, Estados Unidos y Asia. Israel es, por lo tanto, un actor clave en el mercado mundial de aguacates, especialmente en el mercado europeo donde la demanda está en constante aumento”, afirma Shahar.

Un cultivo resiliente y sostenible

Cuando estalló la guerra el 7 de octubre de 2023, los agricultores de las regiones cercanas a Gaza y a la frontera libanesa se vieron gravemente afectados. Sin embargo, el aguacate, por su propia naturaleza, permitió evitar una catástrofe agrícola. A diferencia de frutas frágiles como el durazno o el albaricoque, puede permanecer en el árbol varios días sin alterar su calidad. Resultado: la mayoría de la cosecha pudo ser salvada, evitando pérdidas económicas importantes.

Israel ha optado por una agricultura respetuosa con el medio ambiente. Los productores no utilizan pesticidas químicos para el aguacate, prefiriendo métodos biológicos como la introducción de insectos auxiliares para controlar las plagas. La gestión del riego también es un modelo a seguir: la tecnología de riego por goteo, ampliamente desarrollada en Israel, permite maximizar cada litro de agua utilizado.

“La innovación es verdaderamente la clave del éxito. Israel es un pequeño país, con recursos limitados de agua, pero hemos logrado maximizar estos recursos gracias a tecnologías de vanguardia en materia de riego y gestión de suelos. También hemos invertido en investigaciones sobre nuevas variedades de aguacates, para producir frutas de calidad con un impacto ambiental mínimo”, subraya Shahar.

Los agricultores también adaptan su modo de cultivo al clima local, a veces extremo. “Cultivamos en suelos bien drenados y protegemos los jóvenes árboles del sol con sistemas de sombra”, explica. Estas prácticas aseguran rendimientos estables mientras limitan el impacto ambiental.

El auge de lo orgánico

La demanda de aguacates orgánicos está experimentando un verdadero auge. Alrededor del 10% de la producción israelí está hoy certificada como orgánica, una cifra en constante aumento según el Ministerio de Agricultura. Esta tendencia también refleja una creciente conciencia de los consumidores sobre productos saludables, cultivados de manera responsable.

Paralelamente, grupos agrícolas israelíes como Mehadrin están invirtiendo en el extranjero, especialmente en Marruecos, con un objetivo: producir 10,000 toneladas adicionales de aguacates destinadas a los mercados europeos. Estas implantaciones permiten suavizar las temporadas y asegurar los volúmenes de exportación.

Gracias a su saber hacer, sus tecnologías y su visión a largo plazo, la agricultura israelí se presenta como un ejemplo para otros países productores de aguacates. La fruta verde se ha convertido en un símbolo de resiliencia y modernidad agrícola.

Shahar Goldberg en medio de las cosechas en el kibutz Afek en Galilea ©Shahar Goldberg

Foto de portada: El aguacate es ahora el cultivo más extenso en Israel con 14,300 hectáreas, frente a solo 4,000 en 2004 ©Shahar Goldberg