¿Qué serían las errancias en Alejandría sin Constantin Cavafy ? Poeta de lengua griega, tan profundamente inscrito en esta ciudad un poco mítica del Mediterráneo, no ha dejado de recorrerla, de narrar esta ciudad- Poli, según el título de uno de sus poemas emblemáticos :
No encontrarás otras tierras, no encontrarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Habitarás las mismas
Calles. En los mismos barrios envejecerás
Y en las mismas casas te marchitarás.
Siempre llegarás a esta ciudad. No esperes otros lugares. (…)
Alejandría es como su destino. Murmura el eco lejano, memoria de una ciudad griega antigua que transfigura por la elegancia soberana de su lengua. Es en una Alejandría convertida en cosmopolita, en el siglo XIX, donde Cavafy evoluciona. Una ciudad bajo la influencia europea, una ciudad sacudida por la revuelta de Urabi, una ciudad duramente bombardeada e incendiada por la flota británica, en 1882. Nació allí en 1863, residió en Inglaterra con su padre, comerciante, y luego en Estambul/Constantinopoli, de donde regresa en 1885 para establecerse en su ciudad natal de la que no se irá más.
En el espejo de Alejandría
Hay como un espejo, de múltiples facetas, que se establece entre la ciudad de Alejandría, que se reivindica « Reina del Mediterráneo », a la víspera de la 1era guerra mundial, y la poesía de Cavafy, el inactual. Juega con las épocas, atraviesa el tiempo y reconfigura un mundo a partir de la ciudad de todos sus deseos, de todos sus disgustos también…
Su ciudad no es, evidentemente, la de todos los Alejandrinos, mayoría olvidada en una ciudad celebrada por su cosmopolitismo, asamblea de notables que a menudo cuentan con varios pasaportes y que rigen la Ciudad, en plena expansión, hasta los años 1930.
Cavafy desaparece en 1933, mientras otro mundo se anuncia, con el ascenso de los nacionalismos y de los particularismos, la guerra que se avecina, a las puertas de Alejandría, y la afirmación de una Egipto soberano, independiente, que no siempre ve con buenos ojos a estos Alejandrinos de todo el mundo.
Cavafy es como un esteta que busca escapar de la influencia de su época, jugar con el tiempo, encontrar concordancias con el universo del mundo antiguo, que le habla en una lengua familiar.

Invitación al viaje
Es el poeta de un lugar, de una ciudad, pero también es quien nos enseña el arte de viajar, de ponernos en camino, de buscar lo desconocido. Tiene el gusto, al menos literario, por las travesías, por descubrir, en lejanos periplos, el sentido profundo de la existencia. No es un poeta del regreso a Ítaca, de una inefable nostalgia, sino el de una tentación de lo otro, que adivina y que dibuja esa parte incesante que da nacimiento a una invitación al viaje…
Ítaca te ha dado este hermoso viaje.
Sin ella, no habrías tomado el camino.
No tiene nada más que darte.
Entremos con él en este poema de leyenda, Ítaca, que retoma de otra manera el hilo de la Odisea :
Ítaca
Cuando partas hacia Ítaca,
Desea que el camino sea largo,
Rico en aventuras y enseñanzas.
No temas a los Lestrigones,
Los Cíclopes o la ira de Poseidón.
Nunca verás nada de eso en tu camino
Si tu razón se mantiene alta, si tu alma y tu cuerpo
No son tocados más que por emociones elegidas.
No encontrarás a los Lestrigones,
Los Cíclopes o a Poseidón desatado
Si no los llevas dentro de ti,
Si tu alma no los levanta ante ti.
Desea que el camino sea largo,
que numerosos sean las mañanas de verano,
donde entres - con qué deleite,
Con qué alegría - en los puertos desconocidos.
Detente en los comercios fenicios,
Y haz bellas compras:
Nácar y corales, ámbar y ébano,
Perfumes voluptuosos de todo tipo,
Siempre más perfumes voluptuosos.
Visita muchas ciudades de Egipto,
Aprende una y otra vez de sus eruditos.
Siempre ten a Ítaca en tu mente,
Es hacia ella a donde vas.
Pero no apresures tu viaje:
Es mejor que dure muchos años,
Que ya seas viejo al llegar a tu isla,
Rico de lo que habrás ganado en tu camino,
y sin esperanza de que Ítaca te dé riquezas.
Ítaca te ha dado este hermoso viaje.
Sin ella, no habrías tomado el camino.
No tiene nada más que darte.
Aunque te parezca pobre, Ítaca no te ha engañado:
Ahora que eres sabio con tanta experiencia,
habrás comprendido lo que quieren decir las Ítacas.


Thierry Fabre
Fundador de las Encuentros de Averroès, en Marsella.
Escritor, investigador y comisario de exposiciones. Ha dirigido la revista La pensée de midi, la colección BLEU de Actes-Sud y la programación del Mucem. Ha creado el programa Mediterráneo del Instituto de Estudios Avanzados de Aix-Marsella-Universidad.
Se encarga de la responsabilidad editorial.
Foto de portada ©Peggychoucair - Pixabay