Ricos en biodiversidad, los bosques mediterráneos del Líbano están en peligro. Una solución innovadora, la migración asistida de especies, podría ofrecerles un futuro. Este procedimiento científico, aún emergente en la región, combina conservación y adaptación para preservar estos tesoros naturales mientras responde a los desafíos ecológicos del siglo XXI .
El Líbano, al igual que el resto de la cuenca mediterránea, enfrenta una crisis ecológica sin precedentes. El cambio climático, acentuado por presiones antropogénicas como la deforestación y la urbanización, empuja a los ecosistemas forestales a sus límites. Una solución prometedora, basada en avances científicos recientes, podría invertir la tendencia: la migración asistida de especies forestales. Este procedimiento, aún en fase exploratoria en la región, tiene como objetivo proteger los ecosistemas mientras anticipa los efectos del calentamiento global.
Bosques mediterráneos: un tesoro en peligro
Los bosques mediterráneos del Líbano albergan una rica biodiversidad, con un 8,7% de especies endémicas como el roble de Kotschy (Quercus kotschyana), el ciclamen libanés (Cyclamen libanoticum)... Estos bosques juegan un papel crucial al estabilizar los suelos, regular el ciclo hidrológico, capturar carbono y mantener el microclima de las regiones.
Sin embargo, el calentamiento global ya está afectando a estos ecosistemas. Las olas de calor prolongadas, las precipitaciones irregulares y los períodos de sequía más largos están causando un creciente estrés hídrico, reduciendo la capacidad de los árboles para reproducirse y crecer. Un estudio publicado por Global Forest Watch indica que en 2023, el Líbano tiene 480 hectáreas menos de bosques naturales que en 2010 .
Las especies forestales tienen dificultades para seguir el ritmo vertiginoso de los cambios climáticos. Si no se toman medidas, esto podría llevar a la desaparición local de especies incapaces de adaptarse rápidamente.
Una solución prometedora
De ahí el interés por la migración asistida. Esta técnica de gestión ecológica consiste en mover intencionadamente especies vegetales a regiones donde las condiciones climáticas futuras serán más adecuadas para su supervivencia. Tiene múltiples ventajas que superan con creces la conservación de especies. Al reforzar la cobertura forestal, contribuye a reducir los riesgos naturales como la erosión y las inundaciones, al tiempo que juega un papel clave en la captura de carbono y la lucha contra el cambio climático. Además, al involucrar a las comunidades locales, estos proyectos fomentan el desarrollo económico y refuerzan el sentido de pertenencia al entorno.
A diferencia de la regeneración natural, que se basa en el desplazamiento espontáneo de especies a través de semillas y polen, la migración asistida depende de la intervención humana. Esto permite sortear obstáculos geográficos o temporales, como las montañas o la lentitud de los procesos naturales.

Reforestación de las laderas áridas del Monte Líbano
La ONG Jouzour Loubnan ha lanzado varios proyectos para reforestar las regiones áridas del Monte Líbano. Basándose en estudios del laboratorio de conservación y germinación de semillas de la Facultad de Ciencias de la Universidad San José de Beirut, los especialistas han logrado prever dónde en unos años florecerán ciertas especies arbóreas. Gracias a modelos informáticos y datos científicos, cedros, enebros, abetos y pinos pueblan las laderas áridas del Monte Líbano. Las plantas son tratadas con hongos micorrízicos (hongos que se asocian con las raíces de las plantas para mejorar la absorción de nutrientes) para mejorar su tasa de supervivencia. Esta técnica aumenta en un 35% la supervivencia en comparación con los métodos tradicionales.
Varias iniciativas aisladas están experimentando esta misma técnica en otras regiones del Líbano, como Akkar (Líbano Norte) o la Bekaa.
Los desafíos científicos y logísticos
La migración asistida se enfrenta a varios obstáculos. Las limitaciones financieras constituyen un desafío importante, ya que se requieren inversiones significativas para su implementación y seguimiento a largo plazo.
Este método, si se apoya en investigaciones sólidas y políticas sostenibles, podría servir de modelo para otras regiones mediterráneas que enfrentan los mismos desafíos.
Los bosques libaneses no son solo un legado del pasado, sino un laboratorio vivo para las soluciones del mañana. Al rediseñar su futuro, el país también traza un camino más sostenible para la coexistencia entre el ser humano y la naturaleza.

Foto de portada: Bosque de jóvenes cedros en la región de Ehmej (Monte Líbano)© Edward Sfeir