En Egipto, es urgente frenar la contaminación ambiental en todas sus formas. Los pueblos ecológicos son una de las principales soluciones verdes adoptadas. Farès, en el gobernación de Asuán, es el primero de ellos. Inteligente y sostenible, no tiene emisiones de carbono ni materiales contaminantes. Depende de la electricidad producida a partir de la energía solar y el agua utilizada en los edificios y tierras agrícolas se recicla.
Egipto, un país con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, es uno de los más amenazados por los impactos del cambio climático. En el norte del Delta y en la costa norte, se espera un aumento en el nivel del mar y sus efectos negativos asociados (erosión y deterioro de las playas, intrusión de agua salada en los acuíferos), lo que está provocando desertificación y sequía. La región también sufre de degradación ambiental, afectada por el aumento de la productividad agrícola y la cría de ganado.
Finalmente, el aumento de las temperaturas aumenta el grado de evaporación del Nilo y del lago Nasser. Esto genera una presión importante sobre los recursos ambientales e hídricos de Egipto.
Inversiones verdes e inteligentes
Los esfuerzos del gobierno, en colaboración con el sector privado, están dirigidos a reducir el impacto ambiental negativo. Específicamente, el consumo de energía, la escasez de agua, la producción de desechos y las emisiones de gases de efecto invernadero. Después de la COP27, que se llevó a cabo en Egipto del 6 al 20 de noviembre de 2022, el país lanzó la iniciativa "Village Vert". El objetivo es rehabilitar un pueblo, de acuerdo con las últimas normas ambientales mundiales, en cada gobernación. Así, Farès, donde viven cerca de 17,000 personas, se convirtió en el primer pueblo verde de la República de Egipto.

Farès se ha convertido en un ejemplo de comunidad rural que cumple con los estándares de calidad de vida, sin estar expuesta a emisiones de carbono u otras fuentes de contaminación ambiental. Se han establecido estaciones de tratamiento con un sistema de filtración terciario (un conjunto de procesos y tecnologías cuyo único objetivo es permitir a los purificadores obtener agua de muy alta calidad, capaz de cumplir con las regulaciones nacionales y supranacionales más estrictas), así como centrales de energía solar. También se ha renovado la red de agua, iluminado calles y carreteras principales (con 616 postes alimentados por energía solar y equipados con bombillas LED). Este proyecto también ha permitido aumentar las áreas verdes y rehabilitar los canales de riego para adoptar prácticas sostenibles y resilientes para hacer frente al creciente estrés hídrico y preservar los recursos hídricos.
Estos cambios permiten ahorrar más de 20,000 libras egipcias (375 euros) al mes gracias al uso de bombillas LED. Este proyecto, establecido en colaboración con el Ministerio de Planificación, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Correo Egipcio, ha permitido, según las cifras del ministerio, implementar no menos de 35 proyectos en Farès por un costo de obra estimado en 610 millones de libras (11,43 millones de euros).
Recursos de energía renovable
Embajadora de la ONU para el cambio climático, arquitecta y presidenta de la empresa ECOnsult que supervisa la construcción de los "Villages Verts", Sara El Battouty confirma que la construcción de 21 pueblos verdes en varios gobernaciones egipcias está actualmente en marcha siguiendo el modelo de Farès. "Los edificios ecológicos abordan estos puntos: fomentar la inercia térmica para limitar las fluctuaciones de temperatura, recurrir a energías renovables y emplear la ventilación natural. También es necesario tener en cuenta en nuestros diseños la altura de las ventanas para regular la cantidad y calidad de la iluminación natural, con el fin de racionalizar el uso de energía", explica.
"Todo esto requiere algún tipo de inteligencia en el diseño y la construcción verde, ya sea que el edificio esté hecho de arenisca, caliza o madera. En resumen, el edificio debe ser capaz de adaptarse al cambio climático, especialmente a las inundaciones, vientos fuertes y otros fenómenos meteorológicos extremos " aclara.
Por último, Sara El Battouty quiere destacar que los primeros pueblos en el mundo en recibir los certificados de Comunidad Sostenible del [Consejo Internacional de la Construcción Verde](<http://International Green Building Council>) se encuentran en Egipto. Tres pueblos verdes: Farès en Asuán, Nahtaï en Gharbia y Shama en Menoufia han obtenido estos certificados.
Para que Egipto pueda abordar estos desafíos ambientales de manera económicamente viable y socialmente deseable, debe trabajar de manera efectiva con la sociedad civil y sus socios extranjeros. Esto requiere transparencia e inclusión en las fases de diseño, implementación de estrategias de mitigación y adaptación ambiental. El objetivo es fortalecer la resiliencia al cambio climático en la economía egipcia, que es en gran medida rural, con ambiciosos objetivos de reducir en un 50 % el consumo de energía y agua por habitante en las aldeas.

Foto de portada: Una casa renovada en Farès@ DR