En España, la soledad no deseada afecta a un número creciente de personas. Este problema social genera sufrimiento y conlleva costos importantes. En Churriana de la Vega, en la provincia de Granada, "Compartir es vida" se ha estado desarrollando desde 2020 e innova para reducir el aislamiento de las personas mayores o vulnerables. Un modelo de convivencia solidaria que les brinda una ventana de esperanza.
Le proyecto 'Compartir es Vida' comenzó como un piloto con dos hombres de 56 y 58 años, que vivían en la calle con pocos recursos. Los servicios sociales organizaron reuniones para fomentar un vínculo entre ellos y animarlos a compartir un hogar juntos. "Desde que la convivencia se hizo efectiva, el dúo se ha adaptado a su nueva situación, compartiendo gastos y tareas domésticas. Hoy en día, ya no se consideran compañeros de piso, sino, en sus propias palabras, una familia", comenta con orgullo Antonio Luis Rodríguez, Consejero de Servicios Sociales, Personas Mayores y Familias del ayuntamiento de Churriana de la Vega.
El derecho a una vida digna
El programa cobra aún más sentido en un contexto de crisis económicas sucesivas, que han agravado las dificultades para las personas socialmente frágiles. El aumento en los precios de alquileres, electricidad y alimentos ha dejado a muchos sin acceso a una vivienda digna. Además, la soledad ha deteriorado la salud mental de algunas personas mayores.
Antonio Luis Rodríguez explica esta realidad: "Hemos observado un aumento en el número de personas mayores que contactan los servicios sociales en busca de información sobre ayudas económicas o apoyos, como las distribuciones de alimentos a través de los bancos de alimentos. De esta manera, esperan compensar lo que no pueden pagar con sus ingresos, que en su mayoría son pensiones no contributivas o pensiones de jubilación mínimas".

Gracias a la evaluación y seguimiento realizados, se identifican las necesidades de bienestar social y salud mental de cada participante en el proyecto. Enrique Rejano Muñoz, beneficiario del programa desde 2020, señala: “Antes de unirme al proyecto, mi situación era precaria y vivía en la calle debido a circunstancias personales y familiares. Estaba solo y no podía costear un lugar para vivir por mis propios medios”.
Hoy en día, Enrique comparte una vivienda con un compañero que también estuvo sin hogar en el pasado, lo que facilitó su empatía mutua. Aunque tuvieron que adaptarse a la vida en común después de un largo período de soledad, esta experiencia ha sido un cambio positivo que les ha permitido recuperar su dignidad. "Hoy en día, somos más que compañeros de piso, nos preocupamos el uno por el otro. Me encargo de las tareas domésticas porque estoy en mejor forma física que él. Ese fue nuestro acuerdo desde el principio. Hacemos la compra semanal juntos, aunque cada uno tiene sus preferencias. En resumen, nos respetamos", explica.
El éxito de su caso y de otras 16 personas actualmente integradas en el programa se debe al apoyo del equipo multidisciplinario de Servicios Sociales. Está compuesto por psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales, pedagogos, integradores sociales y profesionales de la ayuda a domicilio. Cada uno desempeña un papel crucial en el diseño, desarrollo y seguimiento del proyecto, aplicando un protocolo específico para garantizar su correcto funcionamiento.
Un modelo de vida solidaria replicable
La Comisión de Servicios Sociales de Churriana de la Vega considera que el proyecto "Compartir es Vida" podría ser replicado en otras localidades. Para las comunidades, representa un costo mínimo, pero ofrece grandes beneficios tanto para los participantes como para la comunidad. El programa brinda una segunda oportunidad a aquellos que se encuentran en situaciones de exclusión social, vulnerabilidad económica o soledad. Favorece su desarrollo personal e interpersonal, mejora su bienestar físico y mental.
Como señala Antonio Luis Rodríguez, “hemos recibido muchas llamadas de personas de otras provincias andaluzas como Jaén o Málaga interesadas en este proyecto”.
Esta innovadora iniciativa ha puesto a Churriana de la Vega, un municipio de menos de 17,000 habitantes, en el centro de atención de los medios de comunicación españoles. El proyecto ha sido galardonado con varios premios, incluido el premio "Andalucía + Social 2022", una nominación a los "European Social Services Awards 2023" y, más recientemente, el premio DIPGRA 2024.

Foto de portada: @ Matthias Zomer