La desalinización del agua de mar para contrarrestar los efectos del calentamiento global, en particular la aceleración de las sequías alrededor de la cuenca mediterránea, es una técnica establecida. Sin embargo, es energéticamente intensiva y a menudo gestionada por estados, autoridades locales o grandes grupos. Con la criosparación, la empresa marsellesa Seawards busca democratizar la desalinización del agua de mar y hacerla accesible para el mayor número de personas. En España, el gobierno de Cataluña ha lanzado un plan integral para combatir la escasez de agua. Una respuesta institucional a la sequía que implica restricciones específicas y una mejora en la calidad de las redes de suministro.

La sequía, particularmente intensa en estos últimos años, plantea el tema de la inevitable disminución futura de los recursos hídricos. Sin embargo, esta es una realidad que ya experimenta cerca de una cuarta parte de la población mundial: dos mil millones de personas actualmente no tienen acceso al agua potable, como a menudo recuerda las Naciones Unidas (ONU). Y 25 países están expuestos a un estrés hídrico extremadamente alto cada año, según el Instituto de Recursos Mundiales. Es decir, consumen en un año más del 80% de sus recursos hídricos renovables. Las soluciones consideradas se resumen en tres verbos: ahorrar, reutilizar, pero también desalar. Esta última vía es el núcleo de la actividad de la empresa marsellesa Seawards: "Nuestra razón de ser es democratizar la desalinización para ofrecer una solución al problema del agua en el mundo", expone Hervé de Lanversin, cofundador de esta startup con Hubert Montcoudiol. A esto agregan dos promesas: no alterar el medio ambiente y reducir al máximo los costos de producción.

Cataluña está enfrentando su sequía más severa en un siglo. La falta de lluvia, atribuible al clima mediterráneo y agravada por el cambio climático, está afectando severamente esta región, pero se extiende a otras. De hecho, el episodio se está extendiendo a otras regiones de España. La prolongada ausencia de precipitaciones ha causado estragos en los recursos hídricos y en el medio ambiente. Aunque las lluvias recientes han brindado cierto alivio, son solo un espejismo frente a una crisis que requiere soluciones a medio y largo plazo. La intervención de expertos y las medidas gubernamentales tomadas están aportando inicios de soluciones y un rayo de esperanza. El gobierno catalán activó, en febrero de 2024, el nivel de emergencia para el 80% de la población debido a la peor sequía registrada desde 1916. La peor en términos de duración, con más de tres años de impacto, intensidad y extensión (cubriendo más del 50% del territorio catalán).
Desalinizar el mar para abordar la escasez de agua
La Generalitat de Cataluña está implementando diversas medidas para hacer frente a la sequía.