En Marruecos, que ya no es autosuficiente en la producción de carne, una raza bovina resiste a la sequía. ¿Solución a la vista? En Eslovenia, no es la falta de animales lo que plantea un problema, sino la falta de agricultores. Una cooperativa intenta revitalizar la profesión.
En Marruecos, la escasez de agua afecta a la agricultura, pero también a la ganadería. El costo de la carne de res se dispara y el país, anteriormente autosuficiente en su producción, se ve obligado a importar desde el extranjero. Ante esta situación, una raza bovina se destaca. Criada exclusivamente en la región montañosa de Oulmès-Zaer, resiste naturalmente a la sequía. Una fuente de inspiración que el gobierno marroquí se esfuerza por preservar y desarrollar.
Eslovenia, como país alpino, tiene una larga tradición en la producción láctea, pero cada vez más agricultores abandonan sus actividades debido a las difíciles condiciones agrícolas. En la lechería Planika, que es propiedad al 100% de la cooperativa agrícola de Tolmin, se esfuerzan por brindar mejores condiciones de trabajo a los agricultores y empleados de la lechería. Incluso al ganado que pasta gran parte del año en los prados circundantes.
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Los bovinos de Oulmès-Zaer, estas "vacas acordeón" prometedoras para la ganadería marroquí.
Une laiterie ideal en los Alpes Eslovenos.
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