Siria siempre ha dependido de las importaciones para garantizar su suministro de alimentos. Sin embargo, las sanciones internacionales y las dificultades logísticas, causadas por la guerra, han puesto en peligro rápidamente este sistema. Lejos de hundirse, el país vio surgir una nueva generación de emprendedores ingeniosos, que supieron convertir los desafíos en oportunidades y producir quesos, verduras, salamis o galletas más naturales y locales que antes.
Numerosas iniciativas locales han surgido, a menudo en las regiones más afectadas por el conflicto armado. En Damasco, Ahmad Al-Khatib, un lechero de profesión, transformó su empresa para producir mozzarella, Brie y parmesano. "Muchos restaurantes y hoteles necesitan este tipo de quesos, especialmente para sus menús internacionales. Al ver la creciente demanda, de inmediato identifiqué una oportunidad para hacer crecer mi quesería", explica el empresario. De producir 150 quesos blancos al mes, el productor ahora saca de su fábrica más de 310 quesos, de diferentes variedades. Invertir en equipos adecuados fue bastante difícil, siempre debido a problemas de importación y sanciones. "Tuvimos que fabricar algunas máquinas nosotros mismos con los recursos disponibles. Con buena voluntad y los recursos de internet, nada era imposible", cuenta Nidal, ingeniero a cargo de la maquinaria de la quesería. "El mayor desafío fue sin duda encontrar razas de vacas lecheras extranjeras. Durante varios meses recorrí el país para encontrar algunas bestias. Las razas no encontradas fueron traídas de Turquía por tierra. Hoy en día, este ganado está muy bien y sigue creciendo en número", continúa Ahmad. A esto se suma la formación de equipos, lo que ha permitido producir productos de calidad que compiten con los importados.

De la dependencia a la autonomía: una necesidad absoluta
En la ciudad de Alepo, Sami Al-Halabi ha reconvertido su fábrica de dulces para producir galletas y crema de cacao. Oreo, Kitkat, Nutella, todas esas grandes marcas europeas encuentran sus equivalentes en las tiendas de comestibles sirias. "No fue muy difícil de hacer ya que ya teníamos experiencia en el campo. El desafío fue reemplazar el cacao, imposible de producir localmente y difícil de importar," cuenta el propietario. Basándose en recetas tradicionales y utilizando ingredientes locales, ha creado productos que han atraído rápidamente a los clientes. Lograron reducir su consumo de cacao en un 60% agregando polvo de algarrobo (Ceratonia siliqua) junto con harina de nueces, almendras y avellanas.
En la región de Homs, también gravemente afectada, la innovación y la resiliencia han tomado la delantera para satisfacer las necesidades alimentarias locales. Entre los pioneros, Nour Al-Jundi, un agricultor local, decidió centrarse en el cultivo y procesamiento del tomate, una planta adecuada para las condiciones climáticas de la región. "Tomé cursos en línea para aprender técnicas de secado modernas, un conocimiento crucial para producir tomates secos de alta calidad. Al usar invernaderos y deshidratadores solares, logramos maximizar la eficiencia del proceso de secado mientras preservamos los nutrientes y sabores de los tomates. Y sobre todo, el uso de energía solar nos permite mantener precios competitivos," confía el agricultor.
Las tomates secas de Nour ahora son un producto muy buscado en los mercados locales, ofreciendo una alternativa saludable y sabrosa a los productos importados. Este éxito no solo ha cautivado al mercado local, sino que también ha alegrado a los libaneses, para quienes Nour exporta parte de su producción desde hace dos años.
Siempre en Homs, una pequeña fábrica de procesamiento de carne ha sido establecida. Especializada en la producción de salami de res, utiliza recetas tradicionales italianas y especias locales que le dan un producto con sabores auténticos, adecuado para los gustos de los consumidores locales.
Esta iniciativa fue liderada por un colectivo de empresarios locales que identificaron una oportunidad para valorar los recursos bovinos de la región. Invertieron en equipos de transformación modernos, adquiridos antes de que se endurecieran las sanciones económicas. También se beneficiaron de la experiencia de maestros charcuteros formados en el extranjero, quienes vinieron a compartir sus conocimientos en el lugar. Gracias a estos esfuerzos, la fábrica ahora produce un salami de alta calidad, contribuyendo a la seguridad alimentaria y creando empleos en la región.
Las claves del éxito
Varios factores han permitido este renacimiento industrial.
La formación y transferencia de habilidades, en primer lugar: muchos empresarios han recibido formación para adquirir nuevas habilidades y mejorar sus prácticas. Estas formaciones a menudo han sido organizadas por ONGs o instituciones internacionales.
Entonces, el acceso a la tecnología: a pesar de las sanciones, algunos empresarios han logrado adquirir equipos modernos, en particular gracias a redes de contactos o financiamiento internacional. Esto contribuye a mejorar la calidad y la productividad.
El apoyo de las autoridades también es fundamental: el gobierno sirio ha implementado políticas incentivadoras para apoyar el desarrollo de la industria agroalimentaria. Se han otorgado subvenciones, créditos a tasas preferenciales y facilidades aduaneras a las empresas del sector.
La resiliencia de la población, finalmente: los sirios han demostrado una resiliencia excepcional frente a la adversidad. A pesar de las dificultades, continuaron trabajando y produciendo para asegurar su supervivencia y la de sus familias.
Desafíos persistentes
Si bien se han logrado avances notables, aún persisten numerosos desafíos. Las sanciones económicas siguen afectando al sector, limitando el acceso a los mercados internacionales y a la tecnología de punta. Las infraestructuras, dañadas por la guerra, ralentizan la distribución y aumentan los costos de producción. Además, la volatilidad en el precio de las materias primas y la escasez de mano de obra calificada representan obstáculos adicionales.
El futuro de la industria agroalimentaria siria sigue siendo incierto. El levantamiento de las sanciones y la reconstrucción del país serán fundamentales para permitir que el sector se desarrolle plenamente. Sin embargo, los empresarios sirios ya han demostrado su capacidad para adaptarse e innovar, incluso en las condiciones más difíciles. A través de estos éxitos, demuestran que una crisis puede ser una oportunidad para reinventarse y construir un futuro más sostenible.
