Italia

Los refugiados también pueden ir a la universidad

El acceso a la educación es un derecho fundamental del hombre, pero para muchos refugiados, sigue siendo un sueño lejano. De hecho, solo el 5% de ellos tienen acceso a la universidad. Una realidad que el proyecto University Corridors for Refugees (Unicore) quiere cambiar ofreciendo a los jóvenes refugiados la oportunidad de obtener visas para estudiar en países terceros, incluida Italia. Hasta ahora, 40 universidades italianas se han unido y han permitido que 142 estudiantes refugiados continúen sus estudios en el país.

"Es un proyecto lanzado en 2019 y coordinado por la agencia ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados)" - explica Alessandra Carucci, rectora de internacionalización de la Universidad de Cagliari, que ha estado involucrada en la iniciativa durante 5 años. "Consiste en seleccionar a estudiantes graduados de pregrado, refugiados en otro país, para permitirles estudiar en Italia en el marco de una maestría, con una visa de estudios regular". Los estudiantes provienen de Etiopía, Níger, Nigeria, Malaui, Mozambique, Sudáfrica, Zambia y Zimbabue.

Marco Catarci, profesor titular de Pedagogía intercultural en la Universidad Roma Tre y rector, menciona el impacto de Unicore: "También es un elemento esencial para permitir en nuestros países una convivencia basada en principios irrevocables como la democracia, el pluralismo y la justicia social". Añade: "El proyecto brinda a los estudiantes refugiados la oportunidad de llegar a Italia de manera segura para continuar sus estudios, reconstruir su futuro y ejercer una profesión acorde con su potencial y sus deseos." Entre los beneficios incluidos en este programa se encuentran servicios como alojamiento, comidas, gastos relacionados con el permiso de residencia para estudiar en Italia, apoyo legal, psicológico y material escolar como computadoras portátiles y libros.

La situación de la educación de los refugiados es dramática. "Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), solo el 68 % de los niños refugiados asisten a la escuela primaria, y el 34 % a la secundaria. En cuanto a la educación superior, el porcentaje cae al 5 %", informa Catarci. Sin embargo, hay un rayo de esperanza. La Convención de Ginebra de 1951 establece que los refugiados deben recibir el mismo trato que los ciudadanos en lo que respecta a la educación primaria. En cuanto a la educación superior, en lo que respecta a la admisión a estudios, el reconocimiento de títulos y becas de estudio, los refugiados deben recibir el mejor trato posible, al menos igual al reservado a otros extranjeros.

Entrega de diplomas a los estudiantes refugiados que se unieron al programa Unicore en la Universidad de Cagliari

Los corredores universitarios forman parte de la estrategia de ACNUR "Educación de Refugiados 2030: Una estrategia para la Inclusión de Refugiados" que tiene como objetivo promover condiciones, asociaciones y colaboraciones que garanticen a los jóvenes refugiados una educación de calidad inclusiva y equitativa. Incluso a nivel universitario, de acuerdo con los objetivos del Pacto Mundial sobre Refugiados, para una cooperación internacional más sostenible.

El programa DAFI, administrado por ACNUR, es otro ejemplo del esfuerzo por mejorar el acceso a la educación superior para los refugiados. Según el informe de 2022 por el 30º aniversario del programa DAFI, la tasa de inscripción de refugiados en la educación superior alcanzó el 7% en 2023 a nivel mundial. El año pasado, se otorgaron becas de estudio en 56 países a más de 9000 estudiantes refugiados, lo que representa un aumento de casi 1,000 estudiantes en comparación con el año anterior. En 2022, el 43% de los becarios eran mujeres, el porcentaje más alto jamás registrado.

"Estamos en la sexta edición, y es un proyecto al que nos adherimos desde hace cinco años", explica Alessandra Carucci. Ella destaca el crecimiento del proyecto: "En el momento de la selección, solo teníamos la Universidad de Cagliari y 50 candidaturas para seleccionar. La participación en este proyecto se ha extendido a muchas otras universidades. La primera edición se experimentó en la Universidad de Bolonia, nos unimos a partir de la segunda".

Cada vez más universidades italianas se unen al proyecto, como en Roma Tre, donde el programa se lanzará este año. El vicerrector anunció: "La Universidad Roma Tre ha recibido este año 45 solicitudes, principalmente de candidatos masculinos". En este sentido, para garantizar la igualdad de género, la Universidad de Cagliari ha previsto que "en presencia de solicitudes adecuadas, los dos puestos deben ser atribuidos a un hombre y una mujer. Por lo tanto, establecemos dos listas de clasificación distintas", concluye la vicerrectora de Cagliari.

* El programa de becas DAFI (acrónimo alemán de "Iniciativa universitaria alemana Albert Einstein para refugiados") depende del ACNUR y es uno de los cinco pilares de la estrategia para lograr una tasa de inscripción del 15 % de jóvenes refugiados, hombres y mujeres, en la educación superior.
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