Francia

Con «Quartier École», los estudiantes descubren los oficios de sus vecinos.

Médicos, artesanos, comerciantes, policías y cantineros y ciudadanos se convierten por unas horas en maestros de los niños de las escuelas vecinas gracias a 'Quartier école'. Este dispositivo único, implementado desde noviembre de 2023 por La Fabrique du Nous y respaldado por le groupe de presse Bayard, se está probando en tres clases piloto en Marsella.

La escuela primaria Bernard Cadenat está ubicada en el corazón de la Belle de Mai, uno de los barrios más pobres de Francia en Marsella. Sin embargo, es la primera en Francia en acoger "Quartier école", la última iniciativa de la Fabrique du Nous, un laboratorio de proyectos e ideas en Marsella. Comprometidos con una sociedad más fraternal, sus fundadores, Nathalie Gatellier y Tarik Ghezali, se inspiraron en proyectos desarrollados en Brasil y Nápoles contra el fracaso escolar. Durante un año, los estudiantes de la escuela primaria tienen clases fuera de las paredes, en diferentes comercios del barrio.

Un esqueleto para familiarizarse con la anatomía

Esa mañana, fueron recibidos en la clínica de podología cercana a su escuela. Ninguno conocía el lugar, mucho menos la profesión. Todos se enfrentan al esqueleto Oscar, orgulloso y erguido en su soporte. La podóloga comienza hablándoles sobre las articulaciones. Les pide a los diez niños presentes que muestren sucesivamente el cuello, las rodillas, los pies, los tobillos o las caderas.

La maestra de escuela nunca deja de vincular la información a sus clases e incitar a los más jóvenes, más intimidados, a participar. "Loulou, cuando hacemos deporte por la mañana, ¿qué calentamos?" pregunta Mathilde Adam a un niño que no suelta la mano del esqueleto. Esta maestra de primer grado mezcla a sus alumnos con los del maestro de quinto grado para obtener dos grupos. "La interacción entre los pequeños y los mayores siempre es interesante. Los primeros ganan confianza en sí mismos y descubren a los segundos. En el patio de recreo, las edades no se mezclan".

*¿Pie plano o pie hueco? @Marcelle*

La podóloga continúa la sesión con los músculos, les propone a los niños que se quiten un zapato para tocar el talón, "verán que está todo duro". Luego la parte inferior, "es el vientre del pie", replica una niña. Una bonita palabra para referirse a "la planta del pie", dice Mathilde Adam. Y agrega que el arco, "es el arco del pie". Isaac, un estudiante de CM2 muy participativo, menciona las costillas. Kemis no sabía "que había tantas". Luego los estudiantes tocan sus rótulas para descubrir que se mueven. Finalmente, hacen la huella de su pie o de su mano con tinta en el podógrafo. Un bonito recuerdo que pueden llevar a casa.

Un aprendizaje concreto

Los niños están encantados con la sesión. Kubra no sabía que la parte debajo del pie "se llama bóveda", Adam que "los pies tienen muchos huesos y también hay huesos en las rodillas". Y Mohamed, que el codo, "era una articulación". Esta oportunidad de aprender de los profesionales brinda "otra perspectiva de aprendizaje para los estudiantes", insiste Christelle Ribes, jefa de proyecto voluntaria de 'Quartier école'.

Los más pequeños profundizan y enriquecen su vocabulario, mientras que los mayores concretan los conceptos impartidos en clase, aquí la anatomía. Las matemáticas y la historia se enseñan en otros lugares. Así, en el cine Le Gyptis, los alumnos hablaron sobre la Segunda Guerra Mundial, ya que el edificio fue parcialmente destruido en 1944. Y sobre la geometría alrededor de la gran pantalla, calculando el ancho, la altura y la longitud.

Valorizar otros conocimientos

Esta nueva aproximación, menos formal, brinda a los estudiantes una forma diferente de participar en clase. Un tímido, que no se atreve a levantar la mano o ir a la pizarra, puede destacarse. Como esta pequeña rumana, que llegó a Francia hace cuatro años, "más bien con dificultades escolares".

Cuando su clase tuvo una clase con el jardinero del Couvent Levat, una residencia de artistas, la niña ya sabía cómo cuidar la tierra, se trataba de desmalezar. "Estaba en su elemento, se podía ver que le gustaba. Ya no era la misma niña", recuerda Christelle Ribes. Estas cualidades han valorado sus habilidades, para ella, pero también frente a su maestro y sus compañeros.

Archivos municipales, comerciantes de comestibles, capataces...

El "Quartier école" ofrece a los niños la oportunidad de conocer los comercios cercanos y los lugares culturales, pero también de orientarse en la ciudad. Para los comerciantes, es "un respiro en su día", señala Christelle Ribes.

La joven mujer brillante también está emocionada por su barrio, que, según ella, carece de dinamismo. "Quartier école" es, ella espera, una forma de fortalecer los lazos. Pronto, también habrá los Archivos municipales de la ciudad, donde los niños aprenderán a leer un plano y a orientarse en el espacio. La visita se extenderá a la exploración de documentos antiguos y un taller de iniciación a la caligrafía y la iluminación. Ella planea llevar a las clases a una tienda de comestibles solidaria, para aprender sobre masas -gramos y kilos- con la balanza de pesaje. Y cálculos con la caja registradora. Luego irán al lado, a la Cantine de Midi, para aprender sobre los productos de temporada, durante un taller culinario.

Multiplicar las escuelas

Todos los profesionales del barrio son posibles fuentes de aprendizaje. Por lo tanto, los agentes de limpieza urbana, comúnmente conocidos como basureros, podrían muy bien introducir al grupo al ciclo de los desechos. De hecho, explicaron que esta iniciativa dará "sentido a su trabajo", informa la voluntaria. Ella planea expandir "Quartier école" a otras instituciones a partir del próximo mes de septiembre.